Por: Cesar Bollero

Es sumamente interesante mirar el 2021 y darnos cuenta como la pandemia nos ha cambiado la vida, al punto de que todavía no superamos la crisis y la historia se sigue escribiendo con mayores variantes del COVID-19.

En este panorama, solo nos toca mirar el 2022, como un año que se presenta con un reto muy interesante, donde el liderazgo colaborativo y el adaptativo, se hacen mas presentes que nunca con una nueva realidad o modelo llamado REDARQUÍA, que vas más allá de la jerarquía organizacional.

Como ya expliqué anteriormente en otros artículos y conferencias, la redarquía se está imponiendo como un concepto emergente dentro de las organizaciones del futuro, basado en la colaboración y agilidad de los procesos de las empresas; a fin de mantener en alza la competitividad, ante las situaciones actuales de cambios circunstanciales.

Esto ha representado una especie de revolución, la cual se ha generado a nivel de casi todos los mercados y ha provocado en apenas dos años, migraciones a modelos organizativos híbridos de manera acelerada; los cuales requieren de apoyo inmediato para darle forma a sus estructuras de negocio.

 

¿Qué deben hacer los lideres para estar preparados?

No hay una fórmula mágica; ya la experiencia desde el 2019 nos ha mostrado que la clave está en aprender a entender la llamada nueva realidad, siendo claro, que toca formarse y adaptarse a los cambios continuos y acelerados de un mercado cambiante en todas sus áreas.

Existe un modelo que te invito a revisar y estudiar con profundidad; el cual tampoco es nuevo, pero dada la circunstancia actual, ha tomado mayor fuerza y se encuentra más vigente que nunca. Y no es otro más que el ENTORNO VUCA, definido por su acrónimo en inglés de los conceptos específicos por sus iniciales como lo son: “volatilidad (V)”, “incertidumbre (U)”, “complejidad (C)” y “ambigüedad (A)”.

Este concepto impulsa a los líderes de las organizaciones a mantener la buena comunicación interna, frente a un contexto muy variable que supone un desafío constante.

Para poder estar a tono, se requieren tres elementos básicos, como los son: Preparación para el cambio, Conocimiento y talento.

 

Perfil del nuevo líder

Recordemos que la esencia del líder es impulsar y motivar a otros para alcanzar objetivos en comunes, por lo cual, una persona se debe hacer competente para lograrlo.

Esto significa entonces que todo lo que hagas para apoyar a tu equipo de trabajo, con el fin de superar juntos las adversidades y situaciones coyunturales, es totalmente válido, siempre y cuando esté dentro de un entorno ético e incentivados con motivación al logro.

Para este 2022, se espera que los lideres se adapten a los nuevos tiempos desarrollando habilidades de pensamientos ágiles, que piensen más rápido y que a su vez sean eficientes. La toma de decisiones estará direccionada en pro de la productividad en todos los niveles, las cargas de trabajo se esperan logren estar mejor distribuidas, tomándose en cuenta las habilidades personales e intelectuales de cada miembro que conforma a cada equipo.

Otro de los aspectos que se requiere de estos líderes, es una mayor apuesta por lograr optimizar los canales de comunicación vs la información; siendo este un hecho básico para los ambientes colaborativos, donde el feedback es determinante. Además de ello, se espera que aporten herramientas y sepan reconocer cuando alguien de su equipo requiera ayuda o apoyo.

Que sepan trabajar en ambientes híbridos, donde no se requiere tanta interacción presencial.

Lideres con actitud de mentor, que apuesten al crecimiento continuo de sus equipos de trabajo, que faciliten el desarrollo individual con acceso a procesos de coaching ejecutivo, de ser necesario, cursos o talleres especializados de acuerdo con las áreas de interés del colaborador. El empleado está requiriendo sentirse entendido y valorado.

Mejor desarrollo y entendimiento de las habilidades blandas. Se espera que los líderes sean más empáticos, enfocados en alcanzar los resultados esperados, siendo tolerantes a la frustración y que sepan generar la calma hacia los equipos de trabajo.

Finalmente, el reto es el desarrollo de líderes con un nuevo perfil, que sepan valorar y nutrir los talentos naturales de sus colaboradores, con la visión de impulsar su negocio, retener y atraer talentos. Estos sin lugar a duda, serán los mejores valorados y se destacarán de sus iguales, logrando romper esquemas tradicionales e innovando con determinación. La resiliencia seguirá siendo otro punto importante frente al caos producto de la pandemia.

 

La resistencia al cambio ya no es una opción.