Por Marino Ramírez Grullón
El Estudio Pisa por el que el país pagó 24 millones de pesos para
participar y ser objeto de estudio y donde se demostró que los
escolares no saben ciencias físicas, matemáticas ni lectura demuestra
lo anacrónica que es la educación dominicana.
Aunque ha sido importante construir cientos de escuelas, todavía será
más sobresaliente reformar el programa de contenido escolar no solo en
primaria o
Intermedia sino también en el bachillerato y en las universidades.
Aquí un bachiller no sabe nada, el título sólo es válido para entrar
en alguna universidad y vaya usted a ver la ignorancia con que saben
los preuniversitarios tanto de la escuela pública como privada.
No solamente es construir escuelas o dar permisos para colegios
privados o centros de estudios superiores es que sin un programa de
aprendizaje científico y moderno el analfabetismo continuará campeando
en el territorio nacional.
Muchos millones de pesos se les dan a fundaciones para que promuevan
la educación a todos los niveles con resultados cuestionables sin que
esos fondos sean auditados por el Estado.
El clientelismo a todos los niveles es el principal mal de fondo que
afecta nuestra sociedad política y administrativa, los resultados
están ahí en el Estudio Pisa.
Pero además una investigación como esa se puede hacer con recursos
humanos locales no pagar tanto dinero sólo para salir perdiendo
sabiendo que eso iba a suceder.
El mejor parámetro para esa medición está en el bachillerato donde un
90 por ciento de egresados son semianalfabetos en ortografía,
caligrafía, historia, ciencias matemáticas y físicas.
Se piensa en todo dentro de la educación dominicana cuando se trata de
gastar dinero pero en cuanto a contenidos nada.
También los profesores necesitan capacitarse e inversión para su
formación, imagínense que existen escuelas donde un maestro ofrece
hasta cinco diferentes materias en un día como si fuera un genio.
Vivimos un sistema educativo falaz, lleno de imaginación manejado por
teóricos que sólo buscan el usufructo particular mientras el
estudiantado necesita formación y modernización de su pensum.
Es evidente que el sistema educativo nacional es anacrónico y aunque
lo saben los sabios del sistema nada hacen por cambiarlo y mucho menos
las autoridades gubernamentales en términos históricos.
Es mejor que toda siga igual para que la cosa siga peor, pensarán los
que están responsabilizados de decidir el futuro educativo dominicano.
Mientras las clases políticas y económicas dominantes manejen
recursos para que hijos estudien en centros educativos bilingües o
extranjeros los hijos de machepa irán a las escuelas públicas o
colegios privados que más en educación piensan como negocio, mientras
eso suceda nuestro futuro educativo seguirá como dice el Estudio Pisa