En el caso de Maldonado, la candidata viajaba en un coche con su compañera de partido la regidora Erika Cázares. Ambas salían de Jolapa después de un acto de campaña cuando un comando les disparó. El Partido Verde Ecologista de México (PVEM) han pedido a las autoridades la investigación y esclarecimiento del crimen. “Resulta urgente que las autoridades tomen cartas en el asunto para poner fin a la violencia y la agresión a la que se enfrentan los aspirantes y candidatos a cargos públicos, en el marco del actual proceso electoral”, señala un comunicado emitido por la formación política.
Pamela Terán también fue asesinada cuando estaba terminando sus actividades de campaña electoral. La aspirante a segunda concejal del municipio de Juchitán estaba abandonando un restaurante en el centro de ese comunidad, cuando desde un automóvil varios hombres le dispararon a ella y a sus dos acompañantes: su chófer y la fotógrafa María del Sol Cruz Jarquin. Terán era parte de la lista del candidato del PRI a la alcaldía de Juchitán, Hageo Montero López. La política había conseguido visibilidad en la región tras el terremoto de septiembre de 2017, ya que había hecho transmisiones por Internet desde los lugares más devastados por el seísmo.
El candidato a la presidencia del PRI, José Antonio Meade, ha enviado sus condolencias a las familias de las dos candidatas. “Pondré fin a la violencia de género y a la violencia política. Yo estoy con la justicia y el Estado de derecho. No a la amnistía a criminales”, ha publicado en su perfil de Twitter, tras saberse la noticia de los dos homicidios.
La alerta en México por los asesinatos de políticos en campaña ya la había dado la Organización de Estados Americano (OEA) en abril pasado. “Va a un promedio de un asesinato de un candidato cada cuatro o cinco días. Eso es un margen de violencia absolutamente inaceptable en un proceso electoral”, ha dicho Luis Almagro, secretario general de la OEA. La mayoría de las agresiones se han concentrado en los candidatos del PRI, así como en los aspirantes del PRD y el PAN. La temporada más sangrienta había sido durante los días de Navidad, sin embargo, con el avance de la campaña electoral la cifra de homicidios políticos sigue elevándose. El próximo 1 de julio serán elegidos 18.300 aspirantes a cargos federales y locales.