Santo Domingo. Un encuentro realizado con una encantadora mujer con una trasparente pasión por servir, en una de las áreas más retantes para los seres humanos: las relaciones interpersonales. Esa fue la apasionante y entretenida tertulia que sostuvieron las miembros del recién formado Bávaro Social Club, el pasado 18 de Junio, en el restaurante Awa con la autora del libro “El Círculo de las Relaciones”, la dominicana Doris Ponciano.
Con una sonrisa contagiosa y una humildad remarcable, la escritora, ahora amiga, Doris Ponciano, nos compartió su inspiración para escribir su primer libro, del cuál conversaríamos durante el tiempo de su disertación. Nos contó que “El Círculo de las Relaciones” nació de un banco de historias reales, de las cuales la autora y su “alter ego”, la intrépida Lía, han sido partícipes en calidad de aquella que se presta para ser toda oídos, y poner al servicio de otros su virtud de la escucha activa. Virtud que a muchos les cuesta años de práctica, y que a nuestra amiga escritora le vino por don divino. Y como todos los dones que recibimos, es un regalo que no nos sirve para quedárnoslo, sino para ponerlo al servicio de la humanidad. Y es haciendo precisamente eso, que ahora Doris puede brindarnos este apasionante libro, el cuál promete que es un espejo para todo aquel que se disponga a leerlo, pues nos asegura que cada lectora o lector encontrará una historia en la cuál podrá verse a si misma o a sí mismo.
El libro está escrito con un lenguaje llano, y las historias reales cuyas protagonistas se disfrazan con pseudónimos para proteger su privacidad, se entrelazan de una forma singular y entretenida, por lo que Doris nos advirtió que seremos capaces de devorar con rapidez las páginas del libro. De esto puedo dar fe, pues con una larga lista de libros por leer, yo fui capaz de devorarlo en sólo un fin de semana, no sin antes encontrar mi propia historia en las páginas del libro.
Durante nuestro encuentro, muy ameno, como suelen ser los eventos del Bávaro Social Club, dimos riendas sueltas a nuestra curiosidad y más de una pudo establecer paralelo con las experiencias que nos narraba la sonriente autora en su peculiar tono coloquial. Fue entonces cuando una servidora le preguntó a nuestra invitada, que si en algún momento al narrar esas historias sintió que alguna experiencia que ella habría vivido en carne propia, le serviría para guiar a alguna de sus amigas que buscaban en ella luz y sabiduría. En ese instante, sus ojos le brillaron y su respuesta fue contundente: “Así es! Y lo contrario también es cierto. 2 de las historias sobre las cuales me tocó escribir en mi libro, hoy me sirven de espejo”. Y así de pronto, se quitó lo que muy pocas de las presentes sabían que era UNA PELUCA, para dejarnos ver la versión más moderna de la autora Doris Ponciano, ahora hermosamente calva y como ella misma se describiera: “sintética”, después de la intervención quirúrgica que la despojara de sus senos y la primera sesión de quimioterapia, resultado del diagnóstico de Cáncer de Mama que recibiera el pasado mes de Marzo del 2015.
Para muchas fue un momento de “boca abierta”, no sólo por la inesperada sorpresa, sino por el efecto WOW que nos causó la gracia, valentía y autoridad, con la que nuestra amiga Doris nos contó como enfrenta esta nueva etapa de su vida. Un etapa donde ella entiende estar agradecida, no sólo del regalo de la vida, sino de una nueva experiencia que para ella es sin duda una pieza clave en su proceso de crecimiento social, emocional, económico y sexual…. los mismos pilares sobre los que gira “El Círculo de las Relaciones”, y que además la han llevado a otro nivel de crecimiento espiritual.
Con su visita nos deja sembrado un mensaje de gratitud, de amor, de perdón, y el deseo de despojarnos de la necesidad de juzgar aquellas historias que no podemos comprender por no estar dentro de ellas – como bien nos lo dice Lía mientras narra una de las historias del libro: “recuerda que sólo podemos penetrar en nuestra mente y sentimientos, y no en los ajenos”. A lo que responde nuestra autora en su interlocución con su alter-ego: “No debemos asumir nada. Somos muy dados a cuestionar y condenar lo del otro. Ese otro al igual que tú, tiene su propio mundo en su cabeza. Cuando entendamos este principio y lo pongamos en práctica viviremos con mayor plenitud y sabiduría”.