SANTO DOMINGO, RD.- La Comisión Ejecutiva para la Reforma del Sector Salud (CERSS) afirma que la creación de Seguro Nacional de Salud es una conquista del pueblo dominicano que ha garantizado la protección de más del 40% de la población pobre, clásicamente desprotegida por algún sistema de aseguramiento. Por tal motivo, el director de la CERSS, Humberto Salazar, estima conveniente que se detengan las contradicciones públicas entre el SENASA y la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (SISALRIL) por razones de índoles financieros y busquen fórmulas de armonía y consolidación de los datos en la mesa de las conversaciones.

La CERSS estima que el crecimiento progresivo de SENASA hacia la cobertura de esta población ha sido el mayor logro en los últimos años, porque su incidencia en la productividad nacional va de la mano de esa garantía en salud.

“Preservar el SENASA como garante de estas conquistas es un compromiso nacional que no puede socavarse con conflictos públicos que puedan atentar contra la estabilidad de Sistema Dominicano de Seguridad Social”, estima Salazar.

Entiende que dos instituciones gubernamentales no deben hacer públicas sus contradicciones y como existen posiciones encontradas en torno a la viabilidad económica del SENASA, lo ideal es que se busquen salida de conjunto.

Indicó que SENASA ha tenido un desarrollo importante que no ha estado acompañado de un desarrollo de la red pública del Ministerio de Salud que no tiene suficiente capacidad resolutiva para dar respuesta a la demanda de servicios de los afiliados al Régimen Subsidiado.

“Esta situación, entre otras cosas, genera la necesidad de que SENASA tenga que contratar la red mixta público-privada para suplir la demanda de servicios no satisfecha por la red pública, resultando esto en un crecimiento considerable del gasto en salud”, indicó.

La CERSS indica que al SENASA cumplir con su rol de dar protección social de salud a la población más vulnerable, ha tenido un proceso de crecimiento de afiliación muy expansivo

“El SENASA asumió el aseguramiento en salud de la población con menor ingreso para  el caso del régimen contributivo y la población pobre e indigente para el caso del régimen subsidiado, hecho que se traduce en una carga financiera mayor para el SENASA, dadas las características y la frecuencia de demanda de servicios de este grupo de afiliados”, manifestó.