Por Marino Ramírez Grullón

La disolución por parte de la Asamblea Nacional Constituyente de Nicolás Maduro y su grupo, más la decisión de ordenar a los partidos políticos que no participaron en la recientes elecciones municipales para que se actualicen de nuevo si quieren ir a las presidenciales, es la mejor demostración de que ese gobierno no tiene la menor intención de dialogar con la oposición de ese país.

Los dardos que lanza a cada momento el todopoderoso Diosdado Cabello a sus propios compañeros sobre las negociaciones que se llevan en Santo Domingo, los que secunda de vez en cuando el señor Maduro son la mejor demostración de que el gobierno venezolano se está burlando grandemente de oposición, observadores, mediadores y todo el que sinceramente quiera algún tipo de tranquilidad en la Patria de Bolívar.

No existe la menor duda de que el grupo que se ha adueñado del poder en Caracas aplica la teoría de  CON EL PALO DANDO Y A DIOS ROGANDO, es decir hablan de paz pero dando garrotazos a la oposición.

Supongo que el gobierno dominicano tiene la mejor intención en lograr algún tipo de consenso entre gobierno y oposición en Venezuela, pero con ese grupo que con un discurso seudo revolucionario y en fondo más corrupto que cualquiera, no se va a llegar a ningún lado.

Cada medida que toma el gobierno de Venezuela en medio de los supuestos diálogos es dando señal de que no quiere solución a nada.

Más bien sus llamados a diálogos son burlas que se ejecutan con cada medida que toman para torpedear dichas conversaciones a cada momento en que se realizan.

Lo que tiene que hacer la oposición seria en Venezuela es jugársela el todo por el todo, y dejar que la dictadura maduristas que por cierto está purgando a los chavistas, se caiga con el tiempo.

Ese grupo al que pertenecen Daniel Ortega, Evo Morales, y otros pichones de dictadores que asesorados por los cubanos, han ido cayendo tendrán sus días de gloria, pero también de tristeza.

Esto sin olvidar que los derechistas que en nada de distinguen de los seudo izquierdistas también deben ser denunciados cuando hacen fraudes como el reciente ejecutado en Honduras.