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Santo Domingo, República Dominicana. 1 de septiembre. En el marco de un importante evento que se está llevando a cabo en República Dominicana cuyo objeto es el turismo de salud, hay una cuestión que brilla por su ausencia. ¿Qué vamos a hacer para proteger a los turistas?

 

Quizás porque me ha tocado como abogado cuya práctica profesional está decididamente enmarcada en el Derecho Médico, y porque me ha tocado atender cotidianamente los casos de pacientes que se quejan de las infecciones y las malas prácticas de las que son víctimas en República Dominicana, es que me alarma que como país estemos haciendo tan poco para regular una actividad comercial como el turismo de salud, que además de lucrativa, es altamente riesgosa.

 

Es mi opinión que con las estadísticas de reclamos por infecciones intrahospitalarias por cirugías estéticas, y de otras índoles, y las muertes relacionadas a procedimientos médicos electivos, es irresponsable promover el turismo de salud dominicano si antes no ponemos en orden el sistema de garantías y previsiones para proteger a los turistas que pagan altas sumas de dinero para ser operados en República Dominicana.

 

Me sirvo de enumerar algunos problemas a manera ilustrativa: 1- No existe una ley de seguro de responsabilidad civil obligatorio para los médicos, que garantice que en caso de un error, una infección, o muerte, alguien cubra los daños que sufre la víctima o sus familiares. 2- La falta de sanciones y cumplimientos de la Norma Para la Prevención y Control de Infecciones en los Establecimientos de Salud. 3- Falta de regularización de las residencias de recuperación, en especial, a la preparación de la empleomanía que allí se contrata, y la inspección y habilitación de esas residencias, que deben cumplir con los mismos requisitos de asepsia y control de enfermedades que un Centro de Salud. 4- Falta de un registro centralizado de los protocolos médicos en uso, que manda la ley 42-01 a realizarse y a la fecha, no hay exigencia de su registro en el Ministerio de Salud Pública. 5- Falta de control de la publicidad que diariamente vemos en las redes sociales promoviendo cirugías y procesos médicos que en principio no son estéticos como si los fueran, como por ejemplo la cirugía bariatica.

 

Entiendo que es mi responsabilidad como ciudadano, y como abogado en el área, denunciar estas graves faltas que ponen en peligro a los turistas que vienen a recibir un servicio que se promociona de manera indiscriminada, y que en muchos casos violan la ley de Protección de los Usuarios y Consumidores por constituir publicidad engañosa.

 

Mis recomendaciones, para no dejar este ejercicio comunicaciones en el pesimismo son: 1- Someter y estudiar una ley de Seguro de Responsabilidad Médica obligatorio para todos los médicos (Si nuestros legisladores están a falta de un ante-proyecto, yo con mucho gusto les hago llegar uno) 2- Registro e inspección, y posterior habilitación de las residencias de recuperación de las y los pacientes que vienen a operarse, por el Viceministerio de Garantía de la Calidad, y su Dirección de Habilitación. 3- Exigencia inmediata del deposito y registro, y aprobación de los protocolos estandarizados que usan en los centros médicos para la atención a pacientes. 4- Exigencia del deposito de los perfiles y validaciones académicas, o técnicas, del personal de enfermería que trabaja en las residencias de recuperación. Entiéndase residencia de recuperación cualquier lugar, hotel, casa, que se lucra de darle servicios de hostelería a personas recién operadas, y que no son centros de salud habilitados conforme el procedimiento de la Dirección de Habilitación del Ministerio de Salud Pública.