WASHINGTON,.- Más de seiscientas personas acudieron el pasado 16 de mayo a la cita musical convocada por el Museo Smithsonian de Washington para celebrar la amistad entre la República Dominicana y Haití.

El evento, apoyado por las embajadas de ambos países en los Estados Unidos, atrajo a un variado público interesado en los ritmos caribeños de las orquestas Enriquillo Tejada y los Clarinetes Mágicos y Tabou Combo, incluyendo un gran número de miembros de las respectivas diásporas en la región.

Eduardo Díaz, director del Centro Latino del Smithsonian, explicó al dar la bienvenida que la iniciativa se enmarcaba dentro de un conjunto de programas y proyectos de investigación de su institución sobre el Caribe, Haití y la República Dominicana en particular. Aprovechó igualmente para agradecer el apoyo no sólo de las embajadas, sino también de FUNGLOD/GFDD y el Ministerio de Turismo de la República Dominicana como patrocinadores

La agregada cultural de la embajada dominicana en Washington, la señora Ligia Reid, leyó palabras de bienvenida del embajador Aníbal de Castro que dejaron clara la importancia para el país de cualquier actividad solidaria con la vecina nación.

“Mucho se habla de las diferencias históricas y culturales que nos han separado durante nuestra larga coexistencia en una pequeña isla del Caribe. Esta noche nuestros países se unen para reafirmar su compromiso de una visión conjunta para el futuro”, declaró el mensaje del diplomático. Su mensaje continuó agradeciendo a los miembros de la comunidad dominicana por su apoyo y destacando la importancia de que el gobierno de Haití esté fortaleciendo la valoración al aporte de sus comunidades en el extranjero, como lo viene haciendo la República Dominicana desde hace más de una década.

El mensaje de la embajada haitiana, transmitido por el señor William Exantus, se refirió a Haití y a la República Dominicana como las dos alas del ave que es la isla Española, metáfora que explica la necesidad de ambos países de colaborar estrechamente para lograr el despegue del desarrollo común.

Los espectadores disfrutaron visiblemente el repertorio de merengues y boleros de Enriquillo Tejada, y se mantenían en pie y bailando en los pasillos del auditorio a la llegada del conjunto Tabou Combo, que amenizó el espectáculo con ritmos tradicionales de Haití como el konpa y el méringue.