SANTO DOMINGO, RD– El Ayuntamiento del Distrito Nacional iniciaría este miércoles la colocación en el puente flotante de los canastos y las mallas especiales que servirán de retén para impedir que las lilas, la basura y otros desechos que son lanzados y arrastrados por las corrientes del río Ozama lleguen hasta el litoral Sur y contaminen toda esa franja del Distrito Nacional, incluida la Playa de Güibia. Sin embargo, las fuertes lluvias que desde hace días afectan al país obligaron a aplazar estos trabajos que serán ejecutados por técnicos del ADN y de la empresa Acero Estrella, constructora de las mallas retenedoras, aunque el alcalde Roberto Salcedo encabezó de todos modos la rueda de prensa en la que se anunció el inicio de tales trabajos.

Salcedo, quien estuvo acompañado del general Manuel de Jesús Montaño, Comandante de la División Central de la Marina de Guerra, quien acudió en representación  del Jefe de Estado Mayor de ese cuerpo armado, vicealmirante Nicolás Cabrera Arias y de ejecutivos de la empresa Acero Estrella, explicó que el objetivo es impedir la contaminación del litoral Sur del Distrito Nacional.

Dijo que el Ayuntamiento invirtió unos cuatro millones de pesos en la construcción de las mallas, elaboradas en materiales reforzados. Informó que se dispondrá de brigadas especiales y buzos debidamente entrenados que se encargarán diariamente de retirar los elementos contaminantes que sean atrapados por la malla retenedora, construida de un material especial resistente a las fuertes corrientes que ocasionalmente afectan al Ozama, especialmente en épocas de lluvias.

Los buzos y las brigadas dispondrán de un bote para hacer el recorrido diario en torno al puente flotante de la avenida Francisco Alberto Caamaño Deñó para disponer de los desechos, que serán transportados en un camión recolector, dispuesto especialmente para esa labor.

El secretario de medioambiente del Ayuntamiento del Distrito Nacional, intgeniero José Miguel Martínez, dijo que se espera recolectar unos diez metros cúbicos de desperdicios sólidos, mayormente de plásticos que son lanzados al río Ozama. Dijo que debido a la naturaleza de los desperdicios, resulta muy difícil cuantificar por tonelada esa recolección, aunque lo ideal sería que los residentes en la ribera del río Ozama no lanzaran basura y otros desechos.

De su lado, el alcalde Roberto Salcedo informó que se procederá a hablar con los responsables de empresas en todo el trayecto del río para instruirles para que no lancen desechos químicos hacia el Ozama.

El Ayuntamiento del Distrito Nacional ha retirado centenares de toneladas de basura y otros desperdicios sólidos que ya se habían consolidado en los barrios ubicados a todo lo largo de la ribera del Río Ozama.

Uno de esos operativos fue realizado en coordinación con el Ministerio de Salud Pública, con participación del Cuerpo de Bomberos de Santo Domingo, en una jornada de varios días durante los cuales fueron retirados toneladas de basura y otros desperdicios sólidos, limpiadas cañadas, callejones, sistemas de drenaje, filtrantes, alcantarillas y lavado de calles y zanjas.

Los trabajos abarcaron los barrios y sectores ubicados desde La Ciénaga hasta La Puya de Arroyo Hondo, incluidos los subsectores de ese amplio trayecto.

La colocación de la malla y el canasto para detener el avance de la basura, las lilas y otros desperdicios sólidos que flotan por el río Ozama se retrasó porque hubo que modificar estos implementos debido a las presiones de agua interna del río.

Además, en varias ocasiones hubo que someter a reparación y mantenimiento la barcaza que compone el puente flotante, donde estarán ubicadas tanto la malla como el canasto recolector de los desperdicios.

“Pensamos que iba a ser más fácil, pero cuando se hizo un estudio profundo nos dimos cuenta que la barcaza tenía algunas dificultades de corrosión”, explicó en una ocasión el alcalde Roberto Salcedo. Los trabajos estarían concluidos en unas seis semanas.

El retraso tuvo su origen también a que debió buscársele una solución integral al problema de vertido que representaba una cañada del municipio Santo Domingo Este, que también lanzaba una gran cantidad de desperdicios sobre el río Ozama, que por igual iban a parar al litoral Sur de Santo Domingo y que ejercía presión sobre las corrientes del río.