No recuerdo con exactitud en qué momento de mi vida conocí al doctor Humberto Salazar, lo que sí puedo afirmar es que yo era un adolescente. Luego de verlo como vecino un tanto distante pues tampoco recuerdo en qué momento llegó al sector, me lo encontré por cosas del destino junto a Ramón Rogelio Genao en su movimiento “Balaguer una vez más por necesidad”, en donde fungía como vocero.
Recuerdo perfectamente sus quejas frente al abuso de imposiciones que se llevaban a cabo, según él, en el PRSC de Balaguer de aquellos días. A los entuertos, a los conciliábulos de aposentos, a todas las decisiones de la “casa de los trucos” como le decían las huestes Peynadistas de la que formó parte de manera decidida el doctor Salazar. Pero el más altisonante tema era que el “partido” estaba prácticamente secuestrado por algunos que tomaban las decisiones por todos. De manera aviesa poco tiempo después, como su “discurso” contravenía con sus correligionarios colorados, trató por todos los medios de dividir el partido de Balaguer, la historia es harto conocida.
Sí señores, el mismo Humberto es aquel que hoy dice que lo más importante es la disciplina partidaria, que el orden democrático se imponga, que la jerarquía institucional se respete, que se venere el estatuto interno y que lo más importante es la unidad y desprenderse de ambiciones personales.
¿Pero que le ha hecho cambiar de parecer y de pensamiento en tan poco tiempo? ¿El cambio de la cúpula? Evidentemente que no, pues el 85% de la cúpula de aquel momento es la misma que la integra ahora, en algunos casos en representación propia y en otros representando sectores. Ha cambiado sencillamente porque él forma parte de la cúpula más inoperante, más ilegítima, más irresponsable, más vergonzosa que partido político dominicano haya tenido alguna vez.
En el día de hoy, el doctor Humberto Salazar se ha sumado de manera irresponsable al coro de los que plantean que todos los miembros del PRSC que ostentan funciones en el gobierno renuncien para de una vez y por todas tomar el llamado “Camino Propio”. Es irresponsable la adhesión no por el planteamiento en sí, sino por la manera acomodada en que él condiciona su renuncia. Dice que además de los funcionarios renunciar, lo deben hacer también todas aquellas autoridades que resultaron electas y que formen parte del PRSC, pues fueron electos, al decir de él, por votos morados.
Se le olvida al doctor Salazar que todas esas autoridades expusieron sus programas de trabajo, que gastaron cuantiosos valores en sus campañas, que hubo una lucha fratricida entre compañeros de boletas en donde quedaron muchas “honras e invictos” en el camino, además que son verdaderos líderes de bases. Que esos espacios fueron ganados por esfuerzo propio y con astucia política, no con decretos obtenidos por “artes oscuras” amparados en un liderazgo mediático.
Me llega de repente a la memoria, aquella expresión que ya se convierte en popular: “es que me gusta el carguito…..” los hombres deben tener valor personal para tomar decisiones responsables e individuales, pues así es que la historia y la sociedad los juzga. No de manera sujetada a decisiones colectivas.