Los congresistas deben defender y respetar la institucionalidad y el estado de derechos, igual le corresponde al presidente y sus funcionarios, sin embargo, en estos momentos más que nunca son la principal amenaza al orden social y se suman al desorden, promoviendo la reelección en violación a la Constitución, base fundamental de esos derechos y de la institucionalidad que tanto anhelamos.

Estos aprestos de reelección, ponen en riesgo nuestro futuro para seguir subsistiendo, como sociedad, contrario a la esencia de la política que debe ser la búsqueda del bien común y la justicia, basados en un estado de derechos y libertades en un medio ambiente sano y protegido.

“El bien común siempre se revierte a favor del bienestar individual”, este postulado es comprobable a simple vista, no comprendo entonces, porqué razón crece tanto el individualismo, la falta de institucionalidad, la corrupción y el poco interés en defender la cosa pública.

En pos de un contra peso a dichos flagelos que tanto excluyen y dividen las sociedades, hemos decidido escribir para crear conciencia a través de orientación, con el objetivo de promover una cultura de educación en participación ciudadana, en defensa y protección de los derechos y libertades de las personas, de manera que cada habitante se convierta en un agente de cambio a favor del desarrollo integral y humano de nuestro país.

A las personas que siguen mis escritos y creen en mi, les quiero solicitar apoyar esta iniciativa a favor de la ética, la moral, la justicia, el bien común y la institucionalidad.

Apropósito de los gritos de reelección y del irrespeto a la Constitución, como es costumbre por nuestros gobernantes y funcionarios, entre otros habitantes, desconociendo que la misma debe ser el fundamento de una sociedad organizada, de una verdadera democracia con derechos, libertades e igualdad para todos, también debe ser la guía para la política y la conducción de los destinos del Estado.

Es bien sabido que nuestra Constitución nació coja o con defectos y aún continúa siéndolo, razón por lo que debemos defenderla y legitimarla, especialmente aquellos a los que nos duele la patria, de los que ustedes forman parte, para reivindicar a los que dieron la vida por la libertad y la independencia de la nación.

El interés de participar o pedir transparencia ética en la función pública y el resto del quehacer social se ha olvidado. Rescatar los derechos que están ausentes y exigir los que están vigentes y que no se aplican, debemos convertirlo en un “imperativo categórico” para la construcción de una sociedad verdaderamente democrática.

El Estado asume como práctica los abusos, el maltrato, la agresión, la arrogancia, la prepotencia, el autoritarismo, la violencia y el irrespeto a las normas y los derechos del ciudadano. Se están perdiendo los valores y cada día va en incremento.

Si a los dirigentes del PLD les queda algo de dignidad, ética y moral de la que le profesara Don Juan, deben excluir a Leonel Fernández como candidato en las primarias peledeístas. Vístanse de valentía, que con ello reivindican al Profesor Bosch y ahorrarían incalculables recursos al pueblo que se despilfarran en las reelecciones.

Duarte decía: “Mientras no se escarmiente a los traidores como se debe, los buenos y verdaderos dominicanos serán siempre víctimas de sus maquinaciones.” Otra cita del patricio y es en la cual a todos nos toca jugar un papel importante: “Nunca me fue tan necesario como hoy el tener salud, corazón y juicio; hoy que hombres sin juicio y sin corazón conspiran contra la salud de la patria.”