Miami, EE.UU .– La alfombra de los Premios Juventud, que se realizan hoy jueves en la ciudad de Miami, no fue roja sino azul, y sirvió como aperitivo para la gala de la octava entrega con la actuación en vivo del dúo puertorriqueño Rakim y Ken-Y.

Esta vez el evento fue diferente de otros años pues, en vez de comenzar con la llegada de los famosos al auditorio, el espectáculo abrió con la actuación en vivo de Rakim y Ken-Y, quienes interpretaron Mi corazón está muerto rodeados de bailarines a ritmo de una sexy coreografía.

Fue una manera de iniciar la noche con mucha adrenalina.

Eso dio paso a la presentación de los anfitriones de la alfombra azul, la modelo mexicana Alejandra Espinosa y el actor venezolano Alejandro Chabán, que armados con sus respectivos iPads invitaron al público a enviar tus tweets con preguntas para los famosos.

Al mismo tiempo, detrás de los presentadores, gigantescas pantallas proyectaban imágenes de los nominados, escenas de vídeos musicales y de las telenovelas de la cadena Univision, que produce y transmite el evento.

En realidad, la idea fue hacerlo totalmente interactivo, pues los fanáticos pudieron ver no solo la llegada de sus artistas favoritos, sino todo lo que ocurría detrás del escenario a través de www.premiosjuventud.com porque había cámaras hasta en los camerinos.

Pero la alfombra en sí estuvo llena de sorpresas. La primera fue la aparición del actor cubano William Levy, con la cabeza totalmente rapada a lo Pitbull y necesitado de una afeitada. Levy habló brevemente de los rumores que lo acusan de ser uno de los causantes del divorcio de Marc Anthony y Jennifer López.

“No es muy agradable”, dijo brevemente, antes de explicar el porqué de su corte radical de cabello: “Me gusta, me siento muy fresco y no tengo que peinarme”, dijo entre risas y en medio de los gritos histéricos de las fanáticas que lo reclamaban para tomarse fotos.

Otra gran sorpresa fue el actor mexicano Aaron Díaz, quien vestido de blanco, con lentes de sol y un look muy Miami Vice, debutó como cantante.

Mientras, seguían desfilando las estrellas sobre la alfombra azul y no se hizo raro ver al actor español Antonio Banderas con barba blanca, de la mano de su esposa, la actriz estadounidense Melanie Griffith, caminar al lado del cantante regional mexicano Larry Hernández, en plena Larrymanía, o del cantautor boricua Luis Fonsi, que comentaba sobre el intenso calor de Miami.

Por su parte, el bachatero Prince Royce aprovechó para recordarles a los jóvenes que practiquen el español.

Fue una alfombra azul con un poco de todo y, más que un evento para presentar a las estrellas de la premiación, fue la oportunidad de ofrecer un espectáculo dinámico y con su propio sello