El Gobierno dominicano anunció ayer, a través de su consultor jurídico, Flavio Dario Espinal, que no firmará el pacto, sumándose así a países como Estados Unidos, Israel, Austria y Hungría, entre otros, que previamente habían anunciado la misma posición al respecto.

A su vez, subrayó, aunque el pacto no tiene carácter vinculante por no tratarse de un tratado internacional estrictamente hablando, su adopción “generaría compromisos al Estado dominicano que podrían socavar su capacidad para hacer valer sus normas migratorias e implementar con eficacia las políticas migratorias que el cumplimiento de estas normas exige”.

Igualmente, apuntó, que el pacto pondría cargas al Estado dominicano que, dado el contexto particular del país, que comparte con el deprimido Haití la isla La Española, “podría desbordar con creces nuestros recursos”.

Diversos sectores, incluida la casi totalidad d los partidos de la oposición, la cúpula empresarial y legisladores del oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD), habían pedido al Gobierno no rubricar el acuerdo bajo el argumento de que atenta contra la soberanía nacional.

En ese sentido, a través de distintos medios y las redes sociales, estos sectores han aplaudido la posición del Gobierno, como el presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), Pedro Brache; y el de la Asociación de Industrias (AIRD), Campos De Moya, que calificaron hoy de correcta.

Por su lado, en su cuenta de Twitter, la vicepresidenta del país, Margarita Cedeño, escribió que aplaude y respalda la disposición de no apoyar el Pacto Mundial de Migración, y apuntó: “Eso es respetar nuestra soberanía, pilar básico de todo Estado”.

A su vez, el presidente del opositor Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Federico Antún, felicitó, en Twitter, “a la mayoría, a casi la totalidad del pueblo dominicano, así como a los de la diáspora, por haber levantado su voz en defensa de la patria”.

Distintos sectores consideran que el país no tiene la posibilidad económica de acoger más inmigrantes debido a la gran presencia de haitianos en República Dominicana.

Otros sectores, como el opositor Opción Democrática, defendían la firma del documento al recordar que más de dos millones de dominicanos residen en el extranjero, una buena parte de ellos en condición irregular.

Según datos oficiales, la población extranjera residente en República Dominicana asciende a 847.979 personas y el 88,5 % de esta es nacida en Haití o es descendiente de inmigrantes haitianos.

El primer Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular fue alcanzado en julio pasado en la Asamblea General de la ONU por todos los Estados miembros de ese organismo, con la única excepción de Estados Unidos, que se desmarcó del proceso a finales de 2017.

El acuerdo no es vinculante y deja claro que cada Estado es soberano para determinar sus propias políticas en este ámbito.

El documento consta de 23 objetivos, entre los que se encuentran garantizar un regreso seguro y digno a los inmigrantes deportados y no expulsar a quienes se enfrentan a un riesgo real y previsible de muerte, tortura u otros tratos inhumanos.