El poeta y sacerdote católico de la Congregación de los Padres Paúles, Tulio Cordero, dictó la conferencia “Marcio Veloz Maggiolo: memoria, mito e identidad”, en el marco del 50 aniversario de la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña (BNPHU).

Cordero destacó la obsesión en la obra del fenecido escritor Veloz por el ejercicio de “re-visitar” el pueblo dominicano en sus costumbres, su historia, sus personajes, sus mitos, sus creencias mágico-religiosas.

En su conferencia, el también músico, pintor y profesor se refiere a la importancia que le confiere al uso de la memoria el autor de “El buen ladrón”.

“Esta preocupación de Veloz Maggiolo por el cultivo de la memoria como herramienta literaria tiene su punto de arranque, según Nina Bruni, con la publicación de la novela La vida no tiene nombre (1965), donde el autor “instaura la centralidad de la memoria” como elemento esencial en toda su narrativa (2015: 286)”, expresó el sacerdote.

La actividad se llevó a cabo en el Salón Aida Cartagena Portalatín y la bienvenida del conferencista estuvo a cargo del director de la BNPHU, licenciado Rafael Peralta Romero, y la semblanza fue leída por Ramón Saba.

Aseguró que Veloz Maggiolo a través de su obra ensayística y su narrativa (cuentos, relatos y novelas) luchó con denuedo contra la intención de los déspotas y sus cortesanos de fomentar la ignorancia de los pueblos.

“A Veloz Maggiolo podríamos llamarlo, y no es una hipérbole, “el guardián de la memoria del pueblo dominicano”, manifestó.

Sobre el conferencista

Tulio Cordero es licenciado en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra y licenciado en Teología de la Espiritualidad por el Teresianum de Roma, Italia.

Miembro Correspondiente de la Academia Dominicana, ha sido profesor de Teología, párroco y misionero y dirige en las Antillas, con sede en Puerto Rico, la congregación a la que pertenece. Fue rector de la Oficina Superior de la Congregación de los Padres Paúles para el área del Caribe.

Además, es cultor del Movimiento Interiorista y co-fundador del Grupo literario Fernando Arturo de Meriño, entre otros.

Publicó los poemarios Latido cierto; Si el alba se tardara; La sed del junco; La noche, las hojas y el viento; Tienda de la presencia e Hilo de fuego, esta última obra es una antología que recopila gran parte de su lírica poética salpicada potencialmente de ingredientes místicos.