Por: Jose Thomas Perez
Todavia no habia terminado la carrera de Psicologia en la UASD, cuando el prof. Miguel Escala se acerco a mi butaca y de manera expontanea, casi sin pensarlo, me ofrecio mi primer empleo. Se que para Escala ese fue un acto de poca significacion en su vida. Para mi fue lo mas grandioso que en ese momento me pudo pasar.
Durante el ultimo semestre me habia propuesto la idea de conseguir un empleo. Pensaba, como lo piensan muchos, que graduarse en la universidad era una forma de progresar. Y como joven, confiaba en que la universidad, naturalmente, me traeria el progreso.
Las estadisticas del desempleo juvenil son tan altas en la Republica Dominicana, que pudieran dar la impresion de que es poco lo que se puede hacer con un titulo universitario. Todos los años las universidades lanzan cientos de profesionales a un mercado de trabajo que no los esta esperando. La mayoria de los jovenes menores de 25 años esta desempleada o sub-empleada. El aparato productivo es incapaz de asimilar semejante avalancha de profesionales, las universidades e institutos estan cada vez mas desfasados de la realidad laboral y cada dia los diplomas valen menos.
Para alargar su ciclo productivo, los jovenes estudian maestrias y doctorados y mientras mas altos se proyectan, mas pesada se hace la carga de la frustracion. Abogados, medicos, ingenieros, contadores y mercadologos, odontologos y enfermeros, esperando la respuesta de un futuro que es incierto y que en mucho de los casos depende del padrinazgo de algun mecena o simplemente de la buena suerte, como me paso a mi y ha debido pasarle a muchos otros jovenes.
Mientras tanto, el mercado, incapaz de dar respuestas, reduce profesionalmente a esos recien graduados, ofertandoles empleos cuyo desempeño esta muy por debajo de sus capacidades. Medicos que se dedican a taxear, ingenieros trabajando detras del mostrador de un colmado, contadores que venden zapatos en las tiendas, abogados que se ganan la vida haciendo lo que sea, enfermeras que se emplean en salones de belleza, arquitectos que se convierten en buhoneros, agronomos recogiendo tomates en fincas de terratenientes, mercadologos y administradores de empresas queriendo levantar microempresas pero sin recursos.
No es facil el primer empleo en la Republica Dominicana.
Sin embargo, donde la situacion se torna mas complicada es en aquella multitud de jovenes de las clases mas pobres que no son bachilleres o que simplemente no han asistido a ninguna escuela. Aqui es donde se erige la universidad de la delincuencia y del trafico de drogas.
La cantidad de profesionales jovenes sin empleos, ya de por si es una gran preocupacion, pero mas grande es la cantidad de aquellos que no saben hacer ningun oficio, que no asisten a la escuela y que no tienen ningun tipo de herramienta educacional para incertarse en un mercado de trabajo que cada dia se hace mas exigente.
Los gobiernos, inquietados por la situacion, definen politicas de empleos. La mayoria no son mas que herramientas teoricas. El problema adquiere dimension global. La OIT informa que mas de 1000 millones de personas estan desempleadas en el mundo. Las propuestas de soluciones abundan, pero el problema sigue.
Si los gobiernos no intervienen en esta realidad estamos perdidos. La transicion que debe darse del sistema educativo al mercado laboral tiene que ir acompañada de acciones explicitas del Estado. En un pais como la Republica Dominicana, con una poblacion de 10 millones de habitantes y donde el sector productivo apenas puede absorver 1, 300, 000 de empleos formales, el establecimiento de una politica clara y eficiente de empleo juvenil es vital para la salud fisica y espiritual de la sociedad.
Adaptar los sistemas educativos a las necesidades del mercado ayuda, pero no resuelve el problema. Una politica de empleo juvenil debe estar orientada mayormente a los grupos menos favorecidos del mercado laboral, que representan mas del 70% de la poblacion. Que hacer con el joven analfabeto o semianalfabeto, que hacer con el que no ha aprendido ningun oficio, que hacer con el que se dedica a practicas ilicitas, que hacer con el que quiere pero no puede?
Evidentemente la clave esta en la educacion y el crecimiento economico.
La estrategia de concentrar grandes recursos economicos, lease el 4%, en la mejora del sistema educativo primario y secundario podria ser la respuesta a mediano y largo plazo, siempre que se aborden los aspectos fundamentales que rigen la educacion como instrumento de desarrollo y cambio. Una educacion de calidad le proporcionaria a esta masa de jovenes semi-iletrados las herramientas para accesar al mercado laboral en mejor forma y con las habilidades necesarias para competir.
Sin embargo, persisten los cuestionamiento acerca de la capacidad de nuestra economia para generar los empleos que demandaria una accion como esta. Si la transformacion del sistema educativo no va acompañada de una estrategia de crecimiento economico, el fenomeno del desempleo juvenil desbordaria sus limites y las estadisticas de jovenes preparados esperando una respuesta de calidad del mercado de trabajo serian inmensas .
Ahi tenemos el ejemplo de Cuba, donde por muchos años se ha priorizado la educacion de niños y jovenes, pero que debido a la marcada ineficiencia de su aparato productivo para crecer y generar empleos, se ha reproducido, en gran escala, el fenomeno, ya muy comun en la Republica Dominicana, de jovenes egresados de las universidades dedicados a labores que nada tienen que ver con lo que les enseñaron. Mientras en nuestro pais esa situacion es grave, en Cuba es mucho peor, debido a que ya no son simples recien graduados los que se la buscan como sea en las calles, sino cardiologos, neurocirujanos, cientificos y eminencias de todas las ramas del saber.
Conjugar un sistema educativo eficiente y transformador con una economia fuerte y en crecimiento permanente no es una tarea sencilla. Pero esta es la respuesta a los problemas que genera el desconcertante fenomeno del desempleo junvenil, no solo para la Republica Dominicana, sino para cualquier pais que se encuentre colocado en este planeta que se llama Tierra.