Por: Manuel Hernandez Villeta
Un aumento general de salarios, sin control de la inflación, perjudicará a todos. Lo prioritario no es aumentar los salarios, sino detener el agiotismo, la especulación, los aumentos desmedidos de los bienes y servicios y que no sigan reajustando los impuestos.
El proceso inflacionario en meses, con su carga de impuestos, subió el nivel de vida en más de un 20 por ciento en cuestión de meses. Quiere decir que los niveles de posibilidades de vida-economía se redujeron en un 20 por ciento o más.
Si se reajustan los salarios entre un 20 y un 30 por ciento, únicamente se lograría equiparlos a donde está el proceso inflacionario actual. Al otro día del aumento salarial, de nuevo todo el proceso especulativo subiría a más de un 20 por ciento, por lo que es una lucha para empatar o perder.
No me gustan los aumentos salariales colectivos, porque los colaterales son indetenibles. Nadie peude llevar a cabo la edificación de una pared para detener el afán desmedido de lucros.
Lo que se debe implementar es el aumento salarial en base al esfuerzo de trabajo, a la capacidad desempeñada, o la fuerza muscular empleada, en la antiguedad en la posición, con la consiguiente promoción…
Las centrales sindicales en much s ocasiones son oportunistas y populistas, saben que el aumento colectivo de salarios lanza a una inflación indetenible, pero para satisfacer a las demandas populares toma medidas alegadamente salvadoras.
En una era de globalización económica, hay que tener pinzas de cirujano, para poder navegar con aumentos salariales, y que no se caiga todo el proceso económico, y no vayamos a una inflación galopante.
Los empresarios son los responsables directos de la inflación y el agiotismo. El Estado tiene que reclamar a este sector que deje de esquilmar a los consumidores, que detenga el proceso inflacionario que ejecuta, en busca de mayores ganancias.
Si el recurso de menos esfuerzo es el aumento salarial, que sea bienvenido, pero los sectores representativos deben tener el valor de decir al pueblo que esos chelitos se los va a tragar de inmediato la inflación.
Es mas, el sólo hecho de hablar de que en los próximos meses podría haber un aumento de salarios, ya está provocando ligeros aumentos en muchos productos de primera necesidad, bienes y servicios. Tengamos cuidado con el populismo.