Mientras en los países árabes los gobiernos enfrentan una ola de protestas que ya han tumbado dos presidentes, en Irán se desarrolla una lucha sin precedentes en las más altas esferas del poder.

Esa lucha enfrenta a los dos hombres más poderosos del país, el presidente Mahmood Ahmadinejad y el líder supremo, el ayatola Alí Jamenei.

Y por el momento parece que Ahmadinejad está llevando las de perder.

Las fricciones comenzaron cuando el presidente destituyó al ministro de inteligencia, Heydar Moslehi, decisión que fue rechazada por Jamenei, quien ordenó su restitución.

Ahmadinejad entonces decidió iniciar una especie de huelga no declarada: se mantuvo en casa por 10 días y rehusó asistir a las reuniones de su gabinete ministerial.

“En estos momentos, efectivamente dentro del poder iraní, Ahmadinejad está aislado e incluso varios de sus ministros le desobedecen abiertamente”, le explicó a BBC Mundo el español Gustavo Morales, experto en temas iraníes.

Según Morales, “lo que está pasando ahora es que, al no existir un enemigo, ya que la oposición ha sido descabezada, dentro del propio poder iraní se están enfrentando los titulares de los dos poderes, el laico o presidencial y el poder religioso que representa Jamenei”.

Paralización

“En estos momentos, efectivamente dentro del poder iraní, Ahmadinejad está aislado e incluso varios de sus ministros le desobedecen abiertamente.”

Gustavo Morales, analista

Las luchas intestinas en la cúpula del poder mantienen en una virtual parálisis al gobierno iraní.

“La implicación es que el gobierno comienza a verse paralizado, las leyes no son aprobadas en el Parlamento y la actividad del gobierno está perdiendo fuerza”, destacó Morales.

Según el analista, “hasta gente que habitualmente apoya al presidente ha declarado que la desobediencia a Jamenei equivaldría a no acatar a los 12 imanes santos de la tradición chiita”.

En un país donde la legitimidad descansa en la supremacía de la cúpula religiosa, el futuro de Ahmadinejad está ahora en entredicho.

“Ahmadinejad no obedeció las órdenes de Jamenei y el líder supremo espera que éste lo obedezca”, señaló Hossein Bastani, analista del servicio persa de la BBC.

Figuras de alto perfil en Irán han ido a la ofensiva y han señalado que el presidente no tiene legitimidad sin la bendición del líder supremo, e incluso el parlamento iraní votó una moción instándolo a aceptar la decisión de Jamenei.

El líder religioso llegó a lanzar una advertencia contra “toda manifestación de desacuerdo”, aunque no mencionó directamente al presidente.

El enfrentamiento sorprende a muchos, ya que Ahmadinejad llegó al poder con el apoyo directo de Jamenei.

“En 2009, la oposición creyó que hubo fraude, pero Ahmadinejad logró quedarse gracias al apoyo del líder supremo”, dijo Bastani.

Consecuencias

Diario iraníEl enfrentamiento entre Jamenei y Ahmadinejad ha sido tema de amplio debate en el país.

Lo que sorprende a muchos es que mientras en la región hay un ambiente de protestas que ha puesto en jaque a varios gobiernos, en Irán la lucha se centra en la cúpula de poder.

Sin embargo, Hossein Bastani señaló a BBC Mundo que esto es resultado de la intensa represión que ha habido en Irán contra los opositores desde las elecciones de 2009.

Según Bastani, tampoco se espera que esta lucha tenga impacto alguno en la política exterior, ya que ésta responde a los dictámenes de Jamenei.

Por el momento, la consecuencia más visible es que las facciones cercanas a Ahmadinejad tienen menos posibilidades de sacar partido en las elecciones parlamentarias de marzo próximo e incluso las presidenciales de 2013.

“En los futuros comicios parlamentarios y presidenciales, Ahmadinejad y sus seguidores no contarán con el apoyo del liderazgo religioso. O sea que tendrán menos probabilidades”, le dijo Bastani a BBC Mundo.