“Mis experiencias con Nueva York siempre han sido muy agradables. Espero que el público esté igual de cálido conmigo que otras veces”, dijo a Efe uno de los compositores españoles más prolíficos, con 450 temas registrados, entre ellos verdaderos himnos románticos como “¿Y cómo es él?”, “La llamaban loca” o “¿Por qué te vas?”.
En esta gira, Perales, que ha vendido más de 40 millones de copias, promociona “En directo: 35 años”, un disco que recopila 24 temas seleccionados por el artista de sus dos actuaciones del año pasado en Buenos Aires.
El disco incluye así temas como “Celos de mi guitarra”, “Las musas”, “Si…”, “Y sigo enamorado”, “Amada mía” o “Un velero llamado Libertad”.
Con muchas de esas inolvidables composiciones, Perales -que comenzó en el mundo de la música como compositor- actuará esta noche en Nueva York, donde hace ya años se estrenó en el Carnegie Hall.
“Me agobié un poco cuando entré en el Carnegie, me temblaban las piernas, porque es el templo, el sueño dorado de todos los artistas, aunque todo pasó al ver que la gente se levantaba y cantaba las canciones”, explicó el artista, que, con 27 discos a sus espaldas, reconoce sentirse un poco “forastero” en Nueva York.
El domingo, este amante de las manualidades y con una especial atracción confesa hacia la “terra sigillata” (cerámica romana de color rojo brillante), actuará en Los Ángeles.
Su gira proseguirá el sábado diez en Miami, para luego adentrarse en países de habla hispana y acabar en Argentina el próximo 14 de diciembre.
“Argentina es el primer país al que llegué en América y el primero que me dio un disco de oro. En agradecimiento elegí grabar este último disco en el Teatro Gran Rex de Buenos Aires, el primero también donde actúe (en este continente) hace 35 años”, explicó el artista, que reconoce tener “algo visceral” con ese país, aunque se siente “muy cómodo y querido” en toda Latinoamérica.
La gira que comienza es “demasiado larga, quizá, para lo mayor que está uno”, bromeó este ávido lector que ahora está con “Los rebeldes” de Sándor Marai y que dijo sentir algo de “pereza” al comenzar una nueva gira, “aunque se pasa en seguida, en cuanto rompes el hielo”.
“Cada nueva gira es la más gratificante, porque después de todas las que he hecho, una más, a estas edades, quiere decir que la gente sigue siendo fiel y te hace sentir vigente. Por eso, la última siempre es la mejor”, aseguró Perales, que planea seguir componiendo, algo “más relajado y creativo” que grabar discos.
Con más de un centenar de discos de oro y de platino, Perales reconoció: “hace años que me quiero ir, pero siempre caigo en la trampa de volver a grabar y vuelvo a la rueda de las giras”.
“Para mí es una ruptura muy grande salir de gira durante dos o tres meses, sobre todo porque sigo sintiendo una gran soledad, sobre todo cuando mi mujer no me acompaña”, explicó este artista eternamente enamorado de su esposa, Manuela, con la que espera pasar las Navidades después de acabar esta aventura por América.
Mientras, disfrutará de los países donde actuará, como México, de donde dice que no puede irse “sin ver el Museo Antropológico del DF o ver las pirámides de Teotihuacán”.
También hará escala en Colombia, cuyo Museo del Oro en Bogotá conoce “de memoria” y donde siempre acude a ver a una arqueóloga amiga que le enseña a reproducir piezas de la civilización Tumaco.
Ecuador, con sus zonas arqueológicas, y Chile, donde siempre viaja a Pomaire, la localidad en que los artesanos le enseñaron a hacer las reducciones de vasijas negras, son otros de los países a los que llevará su música en los próximos dos meses y medio.
“A cualquier lugar al que voy ya tengo gente que me espera para enseñarme cosas”, aseguró este entusiasta de la vida, que también visitará Guatemala, Costa Rica, Santo Domingo, Venezuela, Perú, Argentina, Chile, Uruguay y lugares a los que “hacía más tiempo que no iba” como Panamá y Puerto Rico. EFE