AFGANISTAN.- Diez personas murieron en la ciudad de Kandahar, en Afganistán, durante el segundo día consecutivo de protestas contra la quema de una copia del Corán en Estados Unidos, según informaron las autoridades de ese país.
Cientos de personas participaron en una manifestación que condena las acciones del líder de una pequeña iglesia protestante en Gainesville, Florida, Wayne Sapp, quien prendió fuego a una copia del Corán el pasado 20 de marzo.
La quema se realizó bajo la supervisión del pastor Terry Jones, que en 2010 fue señalado por su plan de quemar ejemplares del Corán en el aniversario de los ataques de 11 se septiembre, que finalmente no llevó a cabo.
Violencia
“Los talibanes no tienen nada que ver en esto”
Zabiullah Mujahid, portavoz de los talibanes
Este sábado, la protesta en Kandahar terminó en disparos y autos incendiados.
Una indignada multitud tomó las calles de la ciudad, entonando frases como “Han insultado a nuestro Corán” o “Muerte a Estados Unidos”, según lo reportó el enviado especial de la BBC a Kabul.
Las autoridades, tanto en Kandahar como en Mazar-i-Sharif, culparon a los talibanes por los ataques. Sin embargo, ellos niegan la acusación.
“Los talibanes no tienen nada que ver en esto”, dijo el portavoz del grupo radical, Zabiullah Mujahid, a la agencia de noticias Reuters vía telefónica desde un lugar no revelado.
“Los extranjeros provocaron la ira de los afganos al quemar el Corán”, dijo.
“Escandaloso y cobarde”
El viernes en Mazar-i-Sharif ocurrió el peor ataque contra la misión de la ONU en Afganistán, desde la invasión internacional de 2001.
Los ánimos se tornaron violentos y un grupo de manifestantes atacó el edificio de la ONU ubicado en la ciudad.
En el hecho murieron 14 personas, entre trabajadores de Naciones Unidas y manifestantes.
El personal de la ONU permanece en estado de máxima seguridad, aunque aún no se llevan a cabo acciones para que sean evacuados de Afganistán, como ocurrió en 2009, luego del ataque a una casa de huéspedes.
Ban Ki-moon, secretario general de Naciones Unidas, condenó fuertemente el ataque calificándolo de “escandaloso y cobarde”. Según él, no hay nada que pueda justificarlo.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, también criticó el ataque y dijo que la labor de la ONU era “esencial” para la construcción de un mejor Afganistán.
Por su parte, el máximo responsable de Naciones Unidas en Afganistán, Staffan de Mistura, dijo que la ONU no abandonará el país en el que calificó como un momento “delicado y decisivo”.