“Varios días antes, al parecer tres, Joseph Felix Badio, que fue exfuncionario del Ministerio de Justicia que laboró en la comisión de lucha contra la corrupción con el Servicio General de Inteligencia, le indica a (Duberney) Capador y a (Germán) Rivera que lo que tienen que hacer es asesinar al presidente de Haití”, aseguró hoy en una declaración pública el director de la Policía colombiana, el general Jorge Luis Vargas.
Moise fue asesinado el pasado 7 de julio en su residencia en Puerto Príncipe en un ataque armado donde también resultó herida su mujer, Martine, y hasta el momento 23 personas han sido arrestadas, incluyendo 18 exmilitares colombianos y cinco ciudadanos haitiano-estadounidenses, y se han aplicado medidas cautelares contra 24 agentes y responsables de las unidades de seguridad presidencial.
La Policía colombiana reiteró que las investigaciones indican que el sargento retirado del Ejército colombiano Capador, muerto en Puerto Príncipe, participó en reuniones entre “personas que trabajaban para la empresa CTU Security Services” y el que está considerado cabeza de la trama por las autoridades haitianas, Emmanuel Sanon, un médico residente en EE.UU.
El capitán retirado del Ejército colombiano Germán Rivera fue informado “de esta reunión para la contratación inicialmente de unos servicios de seguridad”, apuntó Vargas, y tras ellas, se compraron los billetes de avión a través de la empresa Worldwide Capital, del ecuatoriano Walter Veintemilla, para que ingresaran a Haití “el resto de las personas que se unirían al grupo que ya estaba desde mayo”.
La Policía colombiana asegura que inicialmente viajaron cuatro personas para estos “servicios de seguridad” desde finales de abril y mayo, luego se les unieron 20 personas más en junio que prestaron “servicios de seguridad en grupos de a siete” durante tres semanas.
Y ya en junio, “en reunión con Joseph Felix Badio y una persona llamada ‘Ascar’, German Rivera y Duberney Capador son informados de que se va a arrestar al presidente”, apuntó Vargas.
Ahí el grupo se traslada a una casa cercana a la residencia presidencial, adquieren varios vehículos e “inician unas labores de entrenamiento delincuencial”.
Pero no es hasta tres días antes que Badio indica a Capador y a Rivera que deben asesinar al presidente, según el relato de la Policía colombiana.
Así, la fuerza pública colombiana reitera lo expresado ayer por el presidente Iván Duque de que los exmilitares tenían una participación en el magnicidio “independientemente del nivel de conocimiento que tuvieran”.
El Gobierno haitiano, sumido en crisis tras el asesinato, anunció hoy que el funeral de Estado de Moise será el próximo 23 de julio en Cap-Haitien, norte del país, y las honras fúnebres comenzarán tres días antes.