LIBIA.- La situación en la segunda ciudad de Libia, Bengasi, es “desastrosa” un día después de que soldados abrieran fuego contra los participantes en el funeral de un manifestante antigubernamental que murió a manos de las fuerzas de seguridad el viernes, según le dijo a la BBC una doctora desde uno de los hospitales locales.
La doctora señaló que sólo a ese hospital habían llevado unos 45 cadáveres y cerca de 900 heridos.
Según ella, la mayoría de las víctimas tenía heridas de bala en la cabeza, el cuello o el pecho.
El grupo de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch, con sede en Estados Unidos, calcula que al menos 173 personas han muerto desde que, el martes, las fuerzas de seguridad comenzaron a reprimir las protestas contra el gobierno del coronel Muamar Gadafi.
El grupo explicó que la cifra incluye al menos 20 personas que murieron el sábado, cuando soldados utilizaron armas pesadas en Bengasi.
Human Rights Watch dijo que sus cifras son conservadoras. Sin embargo, no ha sido posible confirmarlas de forma independiente porque el gobierno libio mantiene un ferreo control de los medios de información en el país.
Gadafi, al frente del país desde 1969, es el mandatario que más tiempo lleva en el poder en la región.
“Muchos cayeron”
Según testigos, se vivieron momentos de caos y pánico el sábado cuando los militares comenzaron a disparar desde los tejados contra la multitud que acompañaba el cortejo fúnebre. Entre los muertos se cree que hay niños.
Imágenes de televisión muestran cómo los heridos eran llevados a los hospitales.
Un ciudadano de Bengasi aseguró, en conversación con la BBC, que las fuerzas de seguridad dispararon desde un recinto gubernamental con morteros y ametralladoras de alto calibre aparentemente fabricadas en la antigua Unión Soviética.
Según él, los soldados abrieron fuego indiscriminadamente contra los ciudadanos y añadió que “muchos cayeron”.
Bengasi ha sido el centro neurálgico de las protestas contra Gadafi.
Según parece, otra ciudad, Al Bayda, está fuera del control gubernamental. Sin embargo no hay informaciones de movilizaciones en la capital, Trípoli. Activistas locales dicen que el gobierno no les permite manifestarse.
Libia -junto a Bahréin, Yemen y otros países árabes- lleva días siendo escenario de protestas antigubernamentales y a favor de la democracia.
Ese movimiento de protestas comenzó en Túnez, donde provocó la salida del presidente Zine El Abidine Ben Ali en enero. Después, se extendió a Egipto, cuyo presidente también se vio forzado a abandonar el poder el 11 de febrero.