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Entrada la cuaresma y previo a la Semana Santa, fecha en que muchos optan por darse un chapuzón, la playa del municipio de Boca Chica luce abandonada por las autoridades municipales, de turismo y las encargadas de garantizar la seguridad.
Los cúmulos de basura en la periferia de la playa y la falta de estacionamientos han deslucido lo que por mucho tiempo fue el balneario preferido de los capitalinos.
En la “playa de los surfistas” (Andrés), la desembocadura de un ducto de aguas residuales contamina esa zona de la playa, por lo que las visitas de quienes practican esta actividad se ha visto seriamente disminuida.
En la parte conocida como “Los pescadores”, el estancamiento del agua y el cúmulo de deperdicios provocan un fuerte hedor, por lo que los vendedores de la Asociación de Pescadores de Andrés Boca Chica solicitan el dragado de esa zona.
La prolongada construcción y entrega por parte del Ministerio de Turismo de una plaza para ubicar a los tradicionales vendedores de pescados y yaniqueques, dificulta la movilidad en la zona, debido a que los terrenos que ocupa esa obra permanecen cerrados.
En la parte de Boca Chica, la obstrucción de las alcantarillas y el sistema pluvial provoca charcos, previo a la entrada de la playa, situación desagradable para visitantes nacionales y turistas, lo que también genera un impacto negativo para un municipio donde muchas personas viven del turismo. Durante un recorrido, reporteros de LISTÍN DIARIO observaron basura amontonada en toda la periferia de la playa, situación que resulta poco adecuada para comer o bañarse en la zona. Al consultar a varios comerciantes que dicen tener varios años viviendo del alquiler de mesas, sillas y parqueos, así como de la venta de bebidas y comidas, sostienen que el flujo de visitantes a la playa ha disminuido, y lo atribuyen a la construcción de unos muros que restringen el acceso en vehículos a ciertas zonas del balneario, y que han sido construidos a favor de terrenos privados.