Son más de 120 horas luego del apagón nacional que sacudió a Venezuela y que mantiene a la expectativa a los habitantes de esta nación petrolera. Con las reservas probadas de crudo más grandes del mundo, según la Opep con 296.501 millones de barriles, su sector eléctrico ha presentado vulnerabilidades al menos desde 2010. Para aquel entonces, el fallecido ex presidente Hugo Chávez decretó un plan de racionamiento del servicio que duró varios meses. Hubo restricciones de suministro en centros comerciales, vías y autopistas, además de recorte de jornadas laborales en entidades del sector público y privado. Nueve años después, estalló una crisis la cual fue vaticinada por analistas y técnicos independientes.
Según el gobierno de Nicolás Maduro la falla es responsabilidad de un ciber ataque al sistema de generación y de distribución de energía hecho por Estados Unidos, con la aprobación de sectores de oposición quienes desean dar un golpe de estado en contra de un gobierno legítimo. Los antagonistas al líder bolivariano señalan que la falta de mantenimiento, inversiones y la corrupción dieron al traste con el sistema.
Por su parte, técnicos independientes advirtieron que el decreto de emergencia eléctrica aprobado por Chávez mediante ley especial permitió a entidades gubernamentales adquirir equipamiento sin que se hayan convocado a licitaciones. Según la ONG Transparencia Venezuela, entre 2009 y 2014 se destinaron US$ 37 mil 691 millones para 40 proyectos de compra de equipos y de construcción de nuevas instalaciones.
“Se descubrió un sobreprecio de US$ 23.033 millones. Varios ex funcionarios venezolanos fueron apresados en España y en Estados Unidos luego de que tribunales internacionales detectaran que recursos aprobados en el contexto de la emergencia eléctrica fueron desviados hacia la compra de casas, villas, aviones, entre otros recursos”, dijo la entidad en un informe divulgado en octubre pasado.
En el caso concreto del mega apagón del cual Venezuela aun no se repone, el gobierno asegura que hubo sabotaje en la principal hidroeléctrica del país, Guri, ubicada en el sureño estado Bolívar, la cual abastece 70% del servicio al país. La oposición asegura que la falta de mantenimiento preventivo generó un incendio en las líneas de transmisión.
Venezolanos recursivos
Mientras que Maduro y su principal opositor Juan Guaido, presidente de la Asamblea Nacional y juramentado encargado de la presidencia el 23 de enero, cruzan acusaciones, el pueblo venezolano ha recurrido a métodos alternativos para enfrentar las consecuencias del apagón. Desde traslado de enfermos entre hospitales y clínicas que cuentan con plantas eléctricas, distribución gratuita de alimentos perecederos, cocina con leña y búsqueda de agua en pozos y en manantiales. Todo es posible y todo es válido.
“Tengo que alimentar a mi familia, dos adultos mayores y tres nietos. No se qué va a pasar si esto se resolverá pronto. La luz llegó a mi casa el domingo pasado y se ha ido al menos seis veces y no tengo agua. Así que busco agua en una tubería cerca de mi casa”, dijo a Metro, Roselia Quevedo, de 62 años, maestra retirada, residente en el norte de Caracas.
Para Luis Rojas, electricista de 47 años, “la vida me cambió desde hace varios años. Dejé de ahorrar, no me pude comprar una casa como quería y mi familia está desintegrada. Mis hermanos y mi hija se fueron a Argentina, mi madre murió por falta de medicinas para tratar su diabetes. Vivo para trabajar y cada día gano menos dinero. Ahora no se qué va a pasar con este relajo que armó el gobierno con el apagón. Todos sabemos que los recursos que se asignaron para mantenimiento se los robaron. Es mentira eso de que los bombillos de Venezuela volverán a prenderse un largo rato”.
Rojas dialoga con Metro en una fila en donde varias personas intentan llenar recipientes con agua de manantial. Están en el borde de una autopista que une al este y oeste de la capital: Avenida Boyacá o Cota Mil.
“Nos surtimos de agua limpia en este lugar que no es el más seguro pero está cerca de mi casa. Tengo varios meses cargando agua porque esta crisis no es tan reciente. El caraqueño que diga que tiene agua todos los días está mintiendo. Antes era muy malo el suministro, ahora es peor después del apagón, no hay ni una gota”, señala.
Sostiene que no pierde la esperanza y apuesta por un cambio de gobierno. “No me gustaría irme de mi país porque nada es mejor que vivir entre los míos. Pero creo que Maduro nos está echando de Venezuela a todos los que protestamos contra él. Sin luz yo no puedo vivir y yo sé que vamos a estar peor”.
Interviene Elena González, ama de casa, para señalar que “alguien tendrá que hacerse cargo de cómo recuperarnos de los apagones. Además de eso, lo que a mí me importa es que ya no se puede comer bien en Venezuela. Maduro acabó con la economía y con la esperanza de la gente. Si protesto me mandan a callar pero yo lo seguiré haciendo las veces que sea necesario. Si Guaidó (líder de la oposición) llega al poder, él se encargará de darle luz a Venezuela”.
Jaime Durán, taxista, dice a Metro que “Si Chávez viviera, esto no estaría pasando. Él tenía unos proyectos de electrificación y de mejoras en la distribución de agua muy buenos. La muerte de Chávez fue enorme pérdida para mi país, sin dudas, su obra quedó inconclusa. No se qué pasó que Maduro no los continuó, creo que muchos de sus colaboradores le ocultan la verdad y se roban el dinero. Yo espero que se solucione todo lo antes posible y sin intervención de los americanos, que esto no sea una excusa para que se metan en mi país tropas extranjeras”, sentencio.
Entretanto, medios de comunicación digitales reportaron disturbios y saqueos en las ciudades de Maracaibo, Barquisimeto, Barinas, Valencia, San Félix, Guanare, entre otras. En esas localidades la luz tardó más de 100 horas en llegar. En otras se fue de nuevo. No hay precisión de cuándo el país volverá a la normalidad.