Por Marino Ramírez Grullón
Si no fuera porque soñar cuesta mucho, había que pedir que otra instancia que no fuera el Congreso Nacional apruebe la Ley de Partidos Políticos y
Régimen Electoral.
Puede ser una o dos leyes pero lo cierto es que como afectará el funcionamiento de las organizaciones partidarias a estas les da brega aprobar una o ambas cosas a través de sus legisladores.
De hecho sólo paraliza lo que tiene que ver con Ley de Partidos Políticos las partes sensibles que son mínimas como aportes de campaña, estatus de los partidos, métodos de votación interna. En fin instrumentos claros que la clase política nacional no quiere que les afecte.
No saben nuestros propios dirigentes partidarios que del fortalecimiento de la democracia que ellos dicen defender es que depende su supervivencia como líderes.
Sin embargo a la hora de aprobar leyes las cosas no cuentan así y no entiendo como gente avezada en la política promueve primarias internas con padrón abierto a sabiendas el caos que esto genera partidariamente.
Anteriormente ha habido pruebas de esto cuando organizaciones políticas han realizado convenciones abiertas y llegan todo tipo de vehículos con presuntos votantes que sólo ejercen ese derecho por alguna paga o favor.
Las primarias para escoger dirigencias partidarias tal y como plantean textos constitucionales deben ser con el padrón del partido, sino para que existe la membresía partidaria.
En fin se está apostando al caos sin necesidad, este es un país con el que se está manipulando la democracia en espera de que aparezca un mesías que al jugárselas todas por todas se haga con el poder y se vuelva un Hugo Chávez, Nicolás Maduro u otro de esos populistas que andan por ahí vendiendo sueños que nunca podrán cumplir.
El miedo a perder tal o cual posición en un partido no puede estar sujeta a la violación de las reglas del juego, sino a la creencia en la membresía partidaria.
Pero en fin este es un pedazo de isla donde de todo se vale sin pensarse en el futuro, por eso creo que al margen de los intereses individuales se debe ir a la aprobación de la Ley de Partidos Políticos para evitar las masacres que se arman en cada campaña electoral interna que podría incrementarse utilizando padrón abierto.
En la cancha de los legisladores está esa decisión, lástima que estos no actúen de manera independiente, sino como voceros de grupos partidarios que en vez de pensar en sus organizaciones se atrincheran en posiciones supuestamente abiertas pero dañinas a su futuro.
En manos del músico está el pandero