EL CAIRO, Egipto.- Las Fuerzas Armadas de Egipto prometieron este viernes actuar como garantes de las reformas prometidas por el presidente, Hosni Mubarak, y levantar el estado de emergencia “tan pronto como terminen las actuales circunstancias”.
Pero para este viernes está convocada una nueva marcha en rechazo al presidente -que muchos creen podría ser la más grande desde que iniciaron las protestas- y la pregunta es cómo actuara el ejército si los manifestantes que exigen la salida de Mubarak deciden marchar hasta la casa de gobierno.
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En el comunicado -que llegó al día siguiente de un discurso en el que Mubarak reafirmó su intención de continuar en el poder hasta septiembre- los militares anunciaron que trabajarán para asegurar que las elecciones previstas para ese mes sean libres, de cara a instituir una sociedad justa y democrática.
Y además de favorecer el fin del estado de emergencia, que rigen hace 30 años, también dijeron que no serán perseguidos quienes han protestado contra la corrupción y a favor de reformas políticas.
La transmisión del comunicado por la televisión estatal se produjo pocas horas antes de la anunciada movilización popular en rechazo al discurso del mandatario, convocada para después de las tradicionales oraciones del viernes.
Pero todo parece indicar que, al igual que el discurso de Mubarak, no será suficiente.
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Los militares, con Mubarak
En cualquier caso, la declaración de las Fuerzas Armadas también sugiere que, por el momento, su cúpula decidió respaldar a Mubarak, quien quiere una transición paulatina hasta las elecciones de septiembre, pero con él en el poder.
Pero queda la duda de si existe unión dentro de las filas del Ejército, que es considerada como la institución más respetada de Egipto.
No es así para Osmar Ashauar, director del Instituto de Medio Oriente de la Universidad de Exeter, en el sur del Reino Unido, quien considera que hay divisiones entre las Fuerzas Armadas.
“El ejército está dividido entre los altos rangos y los medios y los oficiales más jóvenes. Entre los altos rangos el apoyo a Mubarak es muy alto. Los pocos generales que no simpatizan con Mubarak fueron marginados desde el comienzo de las protestas”.
Además, según Ashaura, “entre los cuadros medios y los más jóvenes hay una simpatía bastante generalizada con los manifestantes. De modo que internamente hay un equilibrio muy delicado”.
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Siguen las protestas
En cualquier caso, desde primera hora de este viernes está teniendo lugar una nueva jornada de protestas. Los organizadores esperan que sea la más multitudinaria de los 18 días que ya dura la crisis. Más, después de la indignación que despertó el discurso de Mubarak de la noche del jueves.
El ejército está dividido entre los altos rangos y los medios y los oficiales más jóvenes. Entre los altos rangos el apoyo a Mubarak es muy alto. Los pocos generales que no simpatizan con Mubarak fueron marginados desde el comienzo de las protestas.
Osmar Ashauar, Instituto de Medio Oriente de la Universidad de Exeter
El imán que ofició las oraciones del viernes en la plaza Tahrir, el núcleo de la revuelta, pidió a los fieles permanecer unidos y al Ejército que esté junto al pueblo, como constató el enviado de la BBC Christian Fraser.
Y es que la cuestión que está en el aire tras la declaración de Mubarak y el posicionamiento de las Fuerzas Armadas es si podrían llegar a darse enfrentamientos entre los manifestantes y los soldados, como apunta el enviado de la BBC a El Cairo Jon Leyne.
En la plaza Tahrir, Gigi Ibrahim, que participa en la protesta, le dijo a la BBC que después de que el presidente insistiera en que continuará hasta septiembre, los opositores están “más determinados que nunca”.
Por el momento, las manifestaciones vuelven a ser multitudinarias y, además de en la plaza Tahrir y en las oficinas de la televisión estatal, se están registrando concentraciones frente al palacio presidencial, protegido por soldados.
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