Dijo que el crecimiento del turismo podría modificar drásticamente el mapa del desarrollo nacional, fortaleciendo las actividades industriales, agropecuarias, agroindustriales, comerciales, de servicio, y del sector financiero, además de relanzar la industria cultural y aportar al Estado más de 100 mil millones de pesos en ingresos.
Sin embargo, consideró que para alcanzar esa meta se necesita un pacto con la clase política para crear un nuevo compromiso a escala nacional y municipal, “que lleve a soluciones consensuadas y a la erradicación de la improvisación legislativa, y las normativas fuera de contexto”.
“Debemos pasar a la etapa de leyes, regulaciones y a una fiscalidad para el turismo, pensadas para el largo plazo”, apuntó el presidente de Grupo Puntacana durante una charla ofrecida en la Cámara Dominico Mexicana, con el título “Crecimiento sostenido del turismo y su importancia en la economía nacional”.
“Y sobre todo, tenemos que desarrollar una visión innovadora para mantener y reforzar nuestra posición en los mercados actuales, e igualmente, juntos conducir la promoción del turismo, para abrir nuevos nichos y mercados para seguir creciendo”, enfatizó Rainieri.
Resalta impresionante crecimiento del flujo turístico
Recordó que el crecimiento del flujo turístico en República Dominicana supera las estadísticas mundiales. “En los últimos 26 años el incremento promedio anual mundial fue 4.5%, y en el nuestro 16.7%. Nosotros pasamos de 957 mil turistas internacionales en 1990 a 5.1 millones en año pasado; y si incluimos a los dominicanos no residentes , que califican como turistas, nos colocamos en la frontera de los seis millones, ya que sólo faltaron 41 mil para llegar a esa cantidad”.
Dijo que el país ocupa actualmente la posición número 44 en el ranquin mundial por los ingresos y la 47 por las llegadas. “En América Latina somos el cuarto por las llegadas (detrás de México, Brasil y Argentina) y el segundo por los ingresos (por encima de Argentina y Brasil)”.
También destacó que la República Dominicana recibió el año pasado el 23% de los turistas que llegaron al Caribe, suma que es igual al 50% de las que reportó Centro América.
“El número de habitaciones también ha crecido sostenidamente. En 1970 cuando me inicié en esta industria el país tenía 962 habitaciones. En 1980 reportamos 5 mil y pasamos a más de 19 mil en 1990. Cerramos el 2016 con más de 74 mil. El aumento promedio anual en estos 26 años es de un 11%. El año pasado tuvimos un acelerón con la incorporación de más de 4,600 mil habitaciones para una subida del 7%”, expuso durante su conferencia.
Un escenario más atractivo para la inversión
Al considerar los factores que han colocado a la república Dominicana como una de las principales potencias turísticas de América Latina, Rainieri citó de manera especial dos decisiones de políticas públicas que han acelerado el crecimiento de la industria.
“Primero fue la reforma a la ley de incentivos a finales del año 2013, y después la firma de un acuerdo fiscal que eliminó la incertidumbre de los inversionistas al establecer un esquema racional de pago de los impuestos en los hoteles. El gobierno creó un escenario más atractivo para las inversiones y el sector privado respondió de inmediato. Se estima que este año se podrían incorporar otras 5 mil habitaciones”.
Resaltó que una de las características más positivas del turismo es su capacidad para movilizar otros sectores a través de los encadenamientos productivos.
“El turismo es el principal destino de la producción agrícola y agroindustrial, y la mayor parte de esta no tiene otros mercados potenciales a los cuales dirigirse. Las exportaciones agrícolas tradicionales (café, cacao, azúcar y tabaco) que hace 30 años sustentaban la economía, sumaron el año pasado US$274 millones”, explicó.
Señaló a modo de comparación que el consumo turístico local solo en hoteles, superó ampliamente los US$600 millones, mientras que la venta de alimentos a los aviones en los aeropuertos produjo al país US$33.9 millones, más que las exportaciones de café y tabaco sumadas; y la venta de combustibles aportó US$341 millones.
Nuevos mercados para la producción
De acuerdo a Rainieri, el turismo no sólo aumenta anualmente la demanda directa e inducida de bienes agropecuarios, agroindustriales e Industriales, sino que actúa además como un potente promotor de las exportaciones, porque las conexiones aéreas que promueve abren nuevos mercados.
“Muchos de los 40 millones de turistas que nos han visitado en los últimos 10 años se convierten en consumidores potenciales. En los últimos 5 años han salido por nuestros aeropuertos más de mil millones de libras de carga”, precisó.
Apuntó que en el 2016 el aeropuerto de Punta Cana despachó más de 45 millones de libras, la mayor parte de ellas frutas y vegetales con destino a Europa. “Nuestro aeropuerto está desarrollando un centro logístico para exportaciones por vía aérea. Estamos llevando productos locales a destinos a los que hace unos pocos años no soñábamos vender una libra”.
Revolución geográfica del desarrollo
En su exposición, el presidente del Grupo Punta Cana sostuvo que el turismo revolucionó la distribución geográfica del desarrollo, que hasta los años ochenta del pasado siglo se concentraba en el eje Santo Domingo – Santiago. “El turismo tiene ese impacto, porque establece sus bases en las regiones con los recursos naturales necesarios para crear una oferta turística atractiva”.
Aseguró que en los últimos 35 años regiones casi olvidadas fueron incorporadas al desarrollo. “Entre estas Samaná, la Costa Norte, Juan Dolio, Bayahibe, y especialmente la provincia La Altagracia, que ahora tiene una economía en auge, creadora de riquezas, promovida por el turismo que existe en Punta Cana y su entorno”.
Y agregó que otras zonas del país ya están en la fila, comenzando por Miches y siguiendo por Baní, Barahona, y Pedernales, mientras que Puerto Plata y La Romana, han visto ampliar y fortalecer sus perspectivas económicas con el turismo.
“La incorporación de estos lugares marginados al consumo ha creado una gran demanda de bienes y servicios que enriquecen la economía de las zonas agrícolas, la industria, el comercio y la actividad financiera”, indicó el pionero del desarrollo turístico de la provincia Altagracia.
Dijo que el turismo, de manera directa e inducida sustentó el año pasado más de 315 mil empleos, sumando a los RD$48 mil millones de ingresos para el gobierno, un amplio espacio para la pequeña y mediana industria, para la industria cultural, y para el arte y la cultura, que podrían aprovecharse mucho más.