ROMA, Italia.- Miles de personas se reunieron hoy en varias ciudades italianas para pedir la dimisión del primer ministro, Silvio Berlusconi, tras el escándalo del caso Ruby en el que el mandatario es investigado por concusión e incitación a la prostitución de menores.
El acto más numeroso se celebró esta tarde en el centro Palasharp de Milán, donde según los organizadores se reunieron más de 9.000 personas para pedir la dimisión de Berlusconi y apoyar el trabajo de la magistratura italiana en una convocatoria lanzada por la asociación “Libertad y Justicia”.
Numerosos intelectuales y personalidades del mundo de la cultura y de la sociedad italiana acudieron a este acto, entre ellos los escritores Roberto Saviano y Umberto Eco, los periodistas Gad Lerner y Concita De Gregorio, directora del diario L’Unità, o la secretaria general de CGIL, el principal sindicato del país, Susanna Camusso.
Bajo el lema “Dimite. Por una Italia libre y justa”, pudieron verse numerosas banderas italianas y carteles con frases como “Ésta no es la Italia de Via Olgettina”, “Los viejos babosos nos ponen nerviosos” o “Despierta Italia, merecemos algo mejor”.
En Italia, “todo aquel que se expone criticando al Gobierno sabe que pagará un precio en términos de fango y de difamación”, dijo el escritor Roberto Saviano durante su intervención, bajo el título “El derecho a soñar una Italia limpia”.
Saviano, que fue recibido entre los aplausos de los asistentes, animó al público desde la platea a “reaccionar” porque “cuando la máquina del fango se pone en funcionamiento es necesario decir que no es cierto”.
Tras él intervino el intelectual Umberto Eco, quien se mostró muy crítico con el escándalo desatado por el caso Ruby.
“Estamos aquí para defender el honor de Italia, para recordar al mundo que no todos haríamos lo mismo”, dijo Eco. Sin símbolos políticos pero con muchos representantes de las
distintas fuerzas de oposición y en medio de un ambiente festivo, varios cientos de personas siguieron también el acto desde el exterior del recinto, donde se instalaron pantallas gigantes.
En Florencia (centro de Italia) también se celebró hoy una manifestación a la que asistieron unas 3.000 personas, según los medios de comunicación italianos, que recorrieron las principales calles del centro de la ciudad bajo el lema “Italia no es un burdel”.