Es preocupante la situación que se vive en República Dominicana, ante la evidente pérdida de los valores fundamentales que deben caracterizar a todo ser humano.
Para el sociólogo Fichter, los valores son los criterios que dan sentido y significado a la cultura y a la sociedad total, lo que permite diferenciar las diversas comunidades.
En el país se está experimentando una transformación en la forma de vivir, actuar y sobre todo de pensar de los ciudadanos. La sociedad de hoy no es ni la sombra de lo que era hace diez años, cuando aún existía la vergüenza y el respeto.
Es alarmante que hoy una mujer se llene de orgullo por ser catalogada como “chapiadora”, término cuyo significado es quitarle dinero a un hombre.
Es realmente preocupante que las prioridades hayan pasado de estudiar para tener un futuro digno, a acudir al quirófano para convertir el cuerpo en una herramienta de búsqueda de cosas materiales, de “chapeo”.
Intercambiar placer por dinero es prostitución, aunque estemos utilizando el término igual de denigrante de “chapiadora”, el mismo que hoy se lleva con tanto orgullo como si se tratara del título de una carrera universitaria.
La aceptación social de este tipo de atropello a la dignidad se ha convertido en un peligro que muy pocos logran identificar, pero que a largo plazo terminará por acabar con los pocos valores que nos caracterizan como sociedad.
Mientras las mujeres sientan satisfacción al ser llamadas ‘”chapiadoras”, los hombres por ser delincuentes sean “vacanos”, los profesionales sean llamados “pendejos”, y los ladrones se escondan detrás de vistosos sacos y corbatas, será negro el futuro del país.
Realmente hay que reflexionar en lo que estamos sembrando porque cuando se siembra maleza, no se puede cosechar trigo.
Es justo y necesario rescatar los valores que hace mucho tiempo desaparecieron, es momento de que la gente comprenda el peligro existente en la aceptación social de ausencia de esos valores.
Por: JENNIFFER JIMÉNEZ
PERIODISTA