Aunque la generalidad de las encuestas marcan una buena ventaja a la reelección del presidente Danilo Medina, hay algunas incertidumbres derivadas de la improvisación y la confusión que rodean la forma en que se hará el escrutinio, complicado porque después de 22 años, los dominicanos vuelven a una elección conjunta, esta vez de 4,106 cargos.
En juego estará si la ciudadanía mantiene el dominio absoluto de un solo partido sobre todos los poderes del Estado que tiende a manipular las instituciones y a reducir los espacios democráticos para un continuismo que ya han proyectado hasta el bicentenario de la República en el 2044.
Votarían 5 millones
Aunque el padrón integra 6 millones 765 mil 245 electores, los concurrentes a las urnas serían alrededor de 5 millones. A partir de la abstención promedio de los cuatro comicios presidenciales del siglo, que es 27.37 por ciento, podría esperarse hoy una votación de 4 millones 913 mil. Los abstencionistas han venido en ascenso del 23.9 en el 2000, al 29.8 en el 2012. Esta última proporción, daría una votación de 4 millones 749 mil.
Sin embargo, como el crecimiento del padrón se redujo significativamente para este cuatrienio, tras la emisión de una nueva cédula de identidad que habría dejado fuera a cientos de miles, parte de los cuales pudieran ser fallecidos no previamente descontados o emigrantes que no se han inscrito en el exterior, se puede esperar alguna reducción del porcentaje real de abstencionistas y que los concurrentes lleguen a los 5 millones.
De hecho el padrón de este año presenta una serie de incongruencias que no han sido aclaradas por la Junta Central Electoral, aunque este analista lo solicitó, lo mismo que hizo Participación Ciudadana. Una apresurada auditoría consideró que es uno de los mejores padrones, pero sus detalles, que debieron disipar dudas, no han sido publicados.
La mayor incongruencia es que el padrón apenas creció 4.03 por ciento en el último cuatrienio (2012-16), cuando en los tres anteriores se incrementó en 16.87 (2000-04) en 16.02 (2004-08 y en 12.81 por ciento al 2012. Es posible que una parte de la reducción se deba a la nueva cedulación, que excluyó a decenas de miles de dominicanos de ascendencia haitiana despojados de sus documentos. Pero se complica más porque los nuevos inscritos mayores de edad cayeron también abruptamente. Sobre 700 mil en los tres cuatrienios anteriores, y sólo 351 mil ahora. Con el agravante de que a abril del 2015, un año atrás, una publicación oficial de la JCE los cuantificó en 662 mil 313,
La elección de 4 mil cargos
Desde los fraudulentos comicios de 1994 que generaron una crisis que se saldó reduciendo el período a dos años con una reforma constitucional que separó las elecciones presidenciales de las congresuales y municipales, el país no asistía a una votación tan complicada, eligiendo en una misma jornada a 4 mil 106 funcionarios en tres boletas distintas.
La Constitución del PLD del 2010, volvió a juntar las tres elecciones, ahora con una mayor fragmentación, ya que se eligen directamente, además de los cargos tradicionales de presidente y vicepresidente, senadores, diputados, alcaldes y regidores, ahora también diputado preferido, 234 directores e igual número de subdirectores y 730 vocales de distritos municipales.
El pretexto para volver a unir todas las elecciones en una sola jornada fue que separadas cada dos años el país vivía siempre en campaña. Pero como no se regula nada, esta vez las promociones de candidaturas comenzaron hace 4 años. Se vuelve a la tradición del voto presidencial arrastrando a los demás en alta proporción, y contribuyendo al mantenimiento de un presidencialismo que subordina el Poder Legislativo y reduce el Poder Municipal, al cual este año sólo se le ha asignado el 3 por ciento del presupuesto nacional, cuando la ley 176-07 dispone el 10 por ciento.
Como nunca antes todos los senadores, casi todos los diputados y la mayoría de los candidatos a alcaldes han sido repostulados, como fruto de acuerdos de las cúpulas partidarias que permitieron modificar la Constitución para restablecer la reelección presidencial, a costa de la democracia interna de los partidos.
Incertidumbres del cómputo
La complejidad del escrutinio de las tres boletas justifica que se tratara de automatizarlo, pero la prisa, la escasa transparencia, la pugnacidad y el autoritarismo con que se condujo el proceso, multiplicaron las incertidumbres y desconfianzas que ese salto ha provocado en muchos países, razón por la cual se ha completado en apenas 8, dos de ellos en América Latina, Venezuela y Brasil, con previas auditorías de equipos y programas y con porcentajes significativos de conteo manual paralelo para dar confianza, lo que aquí la JCE regateó hasta hace tres días. Y hace 2 semanas todavía estaba recibiendo la mitad de unos equipos que en las pruebas han mostrado fallas. En otras naciones se experimenta en planes pilotos limitados y progresivos.
Todavía en su resolución del jueves 12, que acepta la demanda de los partidos de oposición de realizar conteos manuales paralelos al electrónico en las tres boletas, la JCE mantiene la confusión, refiriendo procedimientos que había establecido en otras, en vez de consolidarlos en una sola, como le sugirió Participación Ciudadana, lo que se lograba con un simple copiado y pegado electrónico. La misión de observadores de la OEA y la FINJUS insistieron el viernes en que eso era conveniente para evitar confusiones.
Fue insólito que el presidente de la JCE dijera todavía el viernes que presidentes y secretarios de colegios rehúsan ejecutar el conteo manual de las tres boletas y que partidos les ofrecen más dinero para convertirlos en delegados. Con un personal que fue entrenado en base a un instructivo diferente a tres resoluciones posteriores, se teme muchas discusiones y pérdida de tiempo en el escrutinio, e impugnaciones masivas.
El Estado reeleccionista
Si como han arrojado la mayoría de las encuestas, incluyendo a las más acreditadas, el presidente Danilo Medina logra alrededor del 60 por ciento de los votos, el procesamiento de la primera boleta será expedito y generará pocas objeciones. Aunque no faltan quienes esperan que la diferencia sea mucho menor con relación al candidato del PRM Luis Abinader, que en las última semanas afianzó la bipolarización. En los últimos tres días las encuestadoras Votia, mexicana, y la norteamericana Zogby Analytics, arrojaron resultados estrechos que determinarían segunda vuelta.
La percepción generalizada es que el mandatario logra la reelección, una constante en la historia dominicana. El único que ha fracasado en lograrla fue Hipólito Mejía, quien la intentó en el 2004, en medio de una grave crisis bancaria-financiera, y Joaquín Balaguer en el 1978, tras haberla logrado dos veces consecutivas.
Como lo advirtió el propio Medina antes de ser presidente, la búsqueda de la reelección presidencial se ha montado de nuevo con todo el poder del Estado, como lo ha dejado patente el movimiento cívico Participación Ciudadana, en sus cinco informes de observación de la campaña electoral, especialmente en el quinto, emitido el jueves 12, donde se documenta que las dos terceras partes de los altos funcionarios fueron involucrados directamente en la dirección de la campaña reeleccionista.
Ese informe precisa que el gasto publicitario del gobierno se incrementó 49 por ciento en el primer cuatrimestre del año, en relación al mismo período del 2015,que el déficit fiscal del mismo período pasó de 34 mil millones de pesos, con incrementos enormes en nominas. nominillas y personal transitorio, y que el partido de gobierno registró el 71 por ciento de la publicidad en prensa, radio y televisión, gastando 923 millones de pesos sólo en febrero y abril, que monitorearon.
El Congreso y municipios
La generalidad de las encuestas no han medido las preferencias por las candidaturas congresuales y municipales, donde podría fraccionarse el voto en mayor proporción que lo tradicional, debido a la repostulación casi total que lesionó la unidad de los partidos en las localidades provinciales y municipales y al descrédito de representantes con tres y cuatro períodos. También se esperan consecuencias de la división interna del partido gobernante, donde seguidores del presidente Medina y del ex.president3 Leonel Fernández protagonizan de forma silente “una lucha a muerte”.
Múltiples candidatos de oposición con vínculos sociales y militantes contra la corrupción política y administrativa podrían ser la diferencia en múltiples localidades donde antes se decidió por decenas o cientos de votos. También se cuenta con segmentos conscientes que prefieren una diversificación del voto que frene la creciente monopolización del poder por parte del partido gobernante.
Los resultados de estos comicios podrían ser claves para el rumbo institucional y democrático de la nación.-