CARACAS, Venezuela.- La ministra de Salud de Venezuela, Eugenia Sader, confirmó hoy 37 casos de cólera en el país, así como el reporte de 16 venezolanos enfermos en otros países como República Dominicana, España, México y Estados Unidos.
“Ya todos están confirmados, todos los cultivos nos dieron positivos, ya en Venezuela hay 37, fuera de los 37 que hay en Venezuela, tenemos el reporte de doce en República Dominicana, dos en Madrid, uno en México y uno en Boston (EE.UU.)”, dijo Sader en una conferencia de prensa.
La ministra explicó que todas estas personas participaron el pasado día 22 en una celebración en República Dominicana a la que asistieron 452 venezolanos que pudieron consumir alimentos afectados por el virus del cólera.
“Nuestro objetivo es que estas 452 personas reciban la atención oportuna”, explicó y señaló que de los enfermos diagnosticados, menos de diez permanecen hospitalizados, y todos están tomando el tratamiento contra la enfermedad.
La ministra venezolana señaló que los pacientes están estables y que el “riesgo a morir está controlado” ya que recibieron “diagnóstico oportuno y atención medica adecuada”.
Sader hizo un llamado a todas esas personas que estuvieron en República Dominicana a ponerse en contacto con las autoridades sanitarias, aunque no presenten síntomas.
Explicó, asimismo, que se están estableciendo medidas de control para evitar la propagación de la enfermedad.
“El cerco epidemiológico lo estamos haciendo en la medida en que llegamos a cada una de las personas que se contaminó y le ponemos tratamiento, evaluamos los contactos y la situación de salud de su entorno y se toman las medidas”, dijo.
La ministra explicó que se ha desplegado personal de salud en los puertos y aeropuertos, y en los aviones que viajan a Venezuela se está dando información a los pasajeros sobre la enfermedad y procedimientos para actuar en caso de sospecha.
Además, el Ministerio de Ambiente de Venezuela se comprometió a controlar las aguas residuales donde habitan los pacientes confirmados con cólera para detener el avance de la bacteria.