NUEVA YORK.- Las escuelas cerraron, las oficinas gubernamentales enviaron a sus empleados a casa antes de la hora habitual y los aviones volvieron a quedar en tierra el miércoles, en medio de una rutina ya casi familiar en la costa oriental de Estados Unidos, mientras una nueva tormenta de nieve se abatía contra una región ya golpeada por un invierno que ni siquiera ha llegado a la mitad.
“Me he caído tres veces tratando de descender las escalinatas”, comentó Elliott Self después de bajar de un tren elevado en Filadelfia. “Sólo deseo que deje de nevar. Quiero ver el sol nuevamente. Deseo sentir sólo un poquito de calor”, agregó.
Millones de personas volvieron a sentir la misma sensación abrumadora cuando la tormenta de aguanieve envolvió al noreste, donde los bancos de nieve en algunos lugares ya han alcanzado tales alturas que los conductores de vehículos no pueden ver con claridad al llegar a las esquinas. Miles de residentes perdieron servicio eléctrico a causa de la nieve acumulada en los tendidos de cables de electricidad.
Las clases fueron canceladas y el transporte público tuvo dificultades desde Tenesí hasta la Nueva Inglaterra, mientras los automóviles y autobuses resbalaban por las calles y las autopistas. Los aeropuertos de Nueva York, entre los más congestionados del país, cancelaron centenares de vuelos o registraron demoras. Los transeúntes tuvieron dificultades para cruzar tramos congelados en las veredas cubiertas ya por bancos de nieve y hielo acumulados de nevadas previas.
En Pensilvania, los habitantes se resignaron ante la nueva tormenta que trajo nieve, aguanieve y a continuación más cantidad de nieve, que los meteorólogos dijeron podría acumular hasta 0,30 centímetros (1 pie) en algunas áreas. En Filadelfia se declaró emergencia por nieve el miércoles al anochecer, y se ordenó que se retiraran todos los automóviles de las rutas de emergencia. En algunos lugares hubo truenos y rayos enceguecedores en una inusual tormenta de nieve, acompañada de una tormenta eléctrica.
En Nueva York, se pronosticó acumulaciones de nieve de 20 a 30 centímetros (8 a 12 pulgadas), una ciudad que ya registrado hasta 91 centímetros (36 pulgadas) de nieve en esta temporada invernal con respecto a su promedio total general de 54 centímetros (21 pulgadas). Nueva Jersey también calculaba 0,30 centímetros (1 pie) de nieve con fuertes vientos antes que la tormenta se desvanezca en la madrugada del jueves.
Las escuelas cerraron o demoraron la hora de entrada en la región, incluso en partes de Tenesí, Virginia Occidental, Pensilvania y Washington DC.
Kentucky había recibido 17 centímetros (medio pie) de nieve el miércoles por la mañana y la nieve avanzaba hacia el centro del estado y el este del país.
El clima provocó demoras y cancelaciones en los vueltos el miércoles por la mañana. En Filadelfia se cancelaron unos 40 vuelos y algunos fueron demorados hasta durante horas. También se registraban demoras en el aeropuerto internacional Liberty de Newark.
En Filadelfia, la intensidad de la tormenta tomó a algunos por sorpresa.
Lenore Roca, residente de Ardmore, Pensilvania, en las afueras de Filadelfia, dijo que intentó ir a trabajar en su automóvil pero que los caminos estaban malos. Aguardó en Armore durante más de media hora por un tren y llegó a Filadelfia un minuto tarde, por lo que no pudo tomar su conexión a Lansdale. Su viaje habitual de 90 minutos le tomó el doble.
En el centro, el carpintero Andre Floyd llegó a su trabajo a las 7 de la mañana. “Nos sorprendió” el tiempo, comentó. “Se suponía que solamente sería lluvia esta mañana”.
En Nueva York, el curso inferior del valle del Hudson parecía el más afectado por la nieve.