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Escrito por Luis De la Cruz Noboa

 

Por lo vetusto, lo descolorido, lo raido, del letrero se notaba ya que estaba en proceso de detención. Más aún nos lo confirmaba la cerca de zinc que la rodeaba. Para confirmarnos el abandono de la edificación, la arena apilada y otros materiales construcción diseminados por el entorno nos muestran que hace muchos meses, un año quizás, que ahí no se siente el olor característico de la mezla de mortero o del hormigón hidráulico.

Los nombres se sucedían en la medida que avanzábamos en nuestro recorrido: Escuela de Higüero, de Mata San Juan, de Mamá Tingo, de Fernando De la Cruz. Todas a medio comenzar o a medio terminar según se vea, en un recorrido de 30 kms, desde el Aeropuerto Joaquín Balaguer hasta el Campo de Tiro de Sierra Prieta, Yamasá.

La fiscalización visual nos muestra que el promedio de ejecución ha de ser alrededor del 60% de la obra. Observamos por igual que las colegiaturas del CODIA de los Contratistas son bastante altas, lo cual normalmente nos indica que son profesionales jóvenes de la Ingeniería o de la Arquitectura.

A estas escuelas no les arropó la ola de vergüenza repentina que sintió el Gobierno cuando el endeudado Arq. Rodríguez García se suicidó en un baño de la OISOE, a raíz de la cual se hicieron unos amáracos de pagos. A estas escuelas no les favoreció ni siquiera el hecho de pertenecer a municipios considerados de extrema pobreza, para que se decidieran a pagarles a los Contratistas y así concluyeran las obras. A estas escuelas no les ayudó tampoco el estar ubicadas en los lugares donde el índice de deserción escolar es altísimo. Ninguna de estas condiciones les benefició.

Es compasivo pensar en el sufrimiento y pesar en el que están los Contratistas, los cuales ante la situación antes descrita están moralmente demolidos y acogotados económicamente. Sepamos también el significado en términos de esperanza y avance social para estos Contratistas al saberse beneficiados en los sorteos de obras, de pronto ver desmoronarse sus esfuerzos y capitales porque el Gobierno de manera irresponsable los embarcó en ese proyecto, el cual se corrompió como todo lo que el Gobierno toca, no pagándoles y haciéndoles perder lo poco que tenían. Conocidos los casos, concluimos que esos Jóvenes Contratistas no tuvieron o no pudieron pagarse un padrino que los protegiese.

Este proyecto de construcción de escuelas ha sido frustratorio, porque si bien se han construido una cantidad considerable de las mismas, ha sido sobre la base del endeudamiento y la aplicación de medidas coercitivas corruptas a los Contratistas. El colmo es que a quienes suelen pagarle, lo hacen con un préstamo bancario, cobrándole un interés por la transacción de su propio dinero y exigiéndole requisitos los cuales no pueden cumplir dada su condición de INSOLVENTES creados por el Gobierno.

De hecho en el 2015 no hubo ningún sorteo de escuelas, más aún cada cierto tiempo se pueden ver las protestas de los ganadores del Cuarto Sorteo esperando que se les entregue el anticipo, para el cual ellos han erogado sus exiguos recursos para cubrir la Póliza del mismo. La respuesta que reciben del MINERD es la excusa gastada de que los solares no han aparecido. ¡Qué premio que les ha salido caro!

Si esta es la Revolución Educativa Dominicana prohijada por el Presidente-Candidato, detengámosla, antes que haya más abatidos en combate. Pidan un cese al fuego. Recojan los heridos. Entierren los caídos. Propugnen por la Paz. Permitan que lo que se vaya a hacer provenga de UN CAMBIO, de UNA NUEVA ESPERANZA.