Juan Tomas Taveras Por Juan Tomás Taveras

 

EL AUTOR es mayor general retirado de

Policía y periodista.

 

 “Entre un gobierno que lo hace mal y un pueblo que lo consiente, existe una cierta complicidad vergonzosa”. Víctor Hugo

 

Es responsabilidad de todos combatir y resolver los más grandes males de nuestra sociedad; así lo manda la constitución y las leyes.

 

La sociedad dominicana constantemente es bombardeada por un sin número de denuncias que nos muestran claramente el compromiso con la corrupción y el crimen organizado de nuestros funcionarios con el apoyo y complicidad de la mayoría de los conformantes de los poderes fácticos, sumándose el deterioro ético y moral.

 

Les digo y a la vez les pregunto cómo es posible que un político de bienes precario que apena sobrevive, sin manejar negocios ni empresa alguna, con un salario, pueda en pocos años justificar u ostentar millonarias cuentas en dólares, euros y pesos, en diferentes bancos del mundo; casas de campo en las montañas y la playa; lujosos apartamentos, vehículos, helicópteros, yets  privados, un sin números de empresas y sociedades en todas partes del mundo y por supuesto dueños de medio país a través de testaferros.

 

Sin lugar a dudas aquí están parte de las causas de nuestros problemas sociales: Alto costo de la vida, inseguridad-violencia, narcotráfico, desempleo, falta de oportunidad para desarrollarse integralmente y ser productivo; latrocinio, corrupción, impunidad, desorden vial, falta salud y educación de calidad; falta de alcantarillados y drenajes; entre otros males.

 

Debemos estar claro que sin importar quién nos gobierne, somos todos los ciudadanos que debemos empoderarnos y participar activamente en los asuntos públicos, apoyar al gobierno en las medidas que van a satisfacer las necesidades básicas en mejoría de la calidad de vida de todos y sobre todo para exigir que se transparenten las actuaciones de los gobernantes, para poner límites a la corrupción, como a la impunidad y a las ineficiencias de todos los funcionarios.

 

Al igual que Jesucristo nos unimos a la filosofía de buen gobernar con sabiduría, así también lo manifiestan los pensamientos de: Blanca Cotta, Sócrates, Platón, Aristóteles, Rousseau, Hobbes, Montesquieu, John Locke, Immanuel Kant, entre otros, no  menos destacados que tanto nos han enseñado sobre el desarrollo de las instituciones y la organización de los Estados, para vivir en civilización  de amor, paz y armonía general.

 

Buen Gobernar es pues, administrar bien la cosa pública, planificar estratégicamente, impartir justicia y practicar la equidad. Esto, a su vez, requiere de dividir las funciones sociales en forma ordenada, de modo que cada quién esté en su especialidad haciendo carrera con permanencia en sus puestos y de esta madera ir desterrando el clientelismo o la politiquería y la improvisación.

 

Y pienso que podría haber un equilibrio en el mundo con las pequeñas y grandes cosas, pues los grandes avances de la humanidad han traído consigo complejidad en la convivencia social, que sólo pueden ser resueltos interpretando los principios y valores de sabiduría y razonamiento que plantean estos grandes sabios de la antigüedad. Cuanto más avanzan las sociedades, más sabiduría y preparación requieren sus gobernantes; y además transparencia con ética estricta.

 

Urge en nuestro país una visión de Estado en beneficio y calidad de vida para todos, donde la persona o ciudadano común sea el centro de todo, Perspectiva que históricamente ha estado ausente en nuestra historia republicana dando lugar a un enfoque de Estado de grupo o de intereses particulares. Urge el saneamiento institucional.

 

“Si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor.” Desmond Tatu

Dios les bendiga hoy y siempre.