Sin ser un dechado de perfección, que no lo es, ni pretende serlo, “El que mucho abarca”, marca un nuevo estilo de hacer comedia en el cine dominicano, alejándose del viejo formato de llevar chistes y libretos de televisión para adaptarlos al cine.
En esta cinta vemos a un Carlos Sánchez, personificando a Ricardo, un ejecutivo medio de una empresa publicitaria, quién enfrenta un serio problema sentimental; tiene una novia que quiere mucho: Valentina, (Luz García), pero se cruza en el camino de ambos, Dalila, (Georgina Duluc), una cautivadora mujer dispuesta a conseguir lo que quiere, a cualquier costo. De ahí en adelante, el explosivo triángulo amoroso que se desarrolla traerá serias consecuencias para los tres.
En la película, dirigida y producida por el mismo equipo que realizó la exitosa “¿Quién manda?”, subyace un criterio machista, que sin embargo, gusta tanto a hombres como mujeres, con un predominio situacional de pleno humor negro y con utilización ocasional del recurso de la voz en off, que en verdad resulta oportuno y bien llevado.
Sí debemos decir que a veces el ritmo de la cinta resulta lento, cayendo en un contexto lineal, que no es el más conveniente.
Carlos Sánchez, con expresiva naturalidad, sale airoso como protagonista del filme y su desempeño como eje central de la trilogía sentimental es francamente bueno. La escena de la cena con su novia Valentina, quien en un momento, duda de su hombría, resulta “de padre y señor mío”.
Luz y Georgina conforman una deliciosa rivalidad que todos disfrutan, especialmente los hombres. Ambas lucen adecuadas y bien caracterizadas, aunque pueden dar más en futuros compromisos cinematográficos.
Michael Miguel Holguín y Bolívar Valera, como los amigos inseparables de Ricardo – Carlos Sánchez – cumplen con sus respectivos roles.
Aunque tiene limitada participación en su papel, la recia personalidad escénica de Richard Douglas, resalta en el filme. Debió promocionarse mas, su papel y actuación. Denisse Quiñones es otra que se deja sentir con buena actitud y firme presencia en su rol de psicóloga escudriñadora.
Debemos resaltar la dirección de Ronnie Castillo, quién además comparte libreto con Daniel Aurelio: La apropiada fotografía del veterano Peyi Guzmán, con la producción general compartida de United Brands y Entrepreneurs Films, de David Collado, en asociación con Colibrí Films.