Aunque algunos hayan tratado de satanizarlo en su momento, el diputado Juan Hubieres ha demostrado que es un hombre de bien y de una amplia sensibilidad social que acaba de demostrarlo al donar una de las exoneraciones que como legislador les corresponden para tratar de salvar una vida.
Aquellos que tratan de presentar al legislador como un demonio quiero decirle que no es así porque el hombre ha demostrado con hechos palpables de que no ha ido al Congreso a hacerse rico con los recursos del Estado como han hecho otros.
Luisa María Figaris Almonte, una joven profesional a quien se le diagnosticó cirrosis hepática por lo que requiere de un trasplante de hígado para poder prolongar su vida había recurrido a la sensibilidad social de los dominicanos para tratar de reunir RD$1,500,000.00 para la intervención quirúrgica.
El legislador no se hizo esperar y donó una de las exoneraciones que les corresponden como legislador para la noble causa de tratar de prolongar la vida de la joven profesional nativa de Monte Plata la que con la ayuda de Dios y la ciencia médica espera seguir viviendo por muchos años más.
Esta acción del diputado rebelde Juan Hubieres debiera ser imitada por los demás legisladores de la provincia Monte Plata que no han dicho ni esta boca es mía para referirse al caso que ha sido objeto de debate por los habitantes de esa demarcación para evitar que la joven muera.
La joven Luisa María Figaris Almonte, de 28 años requiere prácticamente de un milagro de Dios, ya que el hígado se le ha enfermado y los médicos han diagnosticado que requiere de un trasplante cuyo donante debe tener características especiales afines con la paciente.
Primero tiene que aparecer el donante, segundo que tenga las características que el caso requiere para que la persona receptora pueda asimilar el órgano a implantar y tercero que el trasplante se realice sin ningún tipo de inconveniente.
Según los facultativos, la afección solo podría ser superada medicamente mediante el trasplante hepático de donante del mismo peso específico (131 libras) y declarado con muerte cerebral. Según el expediente médico el costo del procedimiento es de RD$1,500,000.
Luisa María a temprana edad se graduó de bachiller. Logró este primer peldaño educativo cuando tenía 18 años. De inmediato ingresó a una universidad y con 21 años alcanzó el título de licenciada en Mercadeo.
Ser profesional a los 21 años y proceder de un hogar de escasos recursos económicos demuestra esfuerzo, dedicación y pasión por los estudios, pero a tan solo un año y medio de egresar de la universidad y al llegar a su cumpleaños 23, esta joven es sorprendida por un diagnóstico de cirrosis hepática autoinmune.
Esta condición solo se supera mediante el trasplante hepático de donante del mismo peso específico (131 libras) y declarado con muerte cerebral. Según el expediente médico el costo del procedimiento es de RD$1,500,000 y su familia no tiene esa suma.
No obstante la adversidad, Luis María Figaris Almonte está resuelta a luchar y agotar todos los pasos que sean necesarios para recobrar su salud y seguir viviendo por lo que ha apelado a la sensibilidad del pueblo dominicano a fin de que le ayude a costear el trasplante, ya que sus recursos económicos son muy limitados.
“Cuando me diagnosticaron esa enfermedad recordé a mi madre que no hace cinco meses que falleció, también pensé que todo había terminado para mí, mas los médicos y muchas personas me han aconsejado que debo luchar por la vida y eso es lo que estoy haciendo”, expresó la joven profesional.
Luisa quiere seguir aportando su talento y sus conocimientos a la sociedad dominicana, además desea formar su familia y procrear sus hijos, pero para ello primero debe vencer esta enfermedad, por lo que requiere la mano amiga de personas que con su colaboración económica ayuden a reunir el millón y medio de pesos para costear la cirugía.
Las personas que deseen aportar a esta causa humanitaria pueden llamar a los teléfonos: 809-849-9188 o al 809-702-2551.
El autor es periodista. Reside en Monte Plata