San Juan, 19 abr (EFE).- Decenas de personas, entre ellas, el cantante panameño Rubén Blades, llegaron a San Juan a despedirse hoy del salsero puertorriqueño Cheo Feliciano en un funeral aproximado más a una fiesta de pueblo recordando sus grandes éxitos y anécdotas como ser humano.
Blades arribó a Puerto Rico en la noche del viernes, donde se encontró con la familia de Feliciano y regresó hoy al coliseo Roberto Clemente de la capital a darle el último adiós a quien fuera compañero suyo en las Estrellas de la Fania.
El artista panameño se mantuvo un tiempo con la familia de Feliciano, que incluía su viuda, Cocó, en una simulada capilla que prepararon en el centro deportivo capitalino.
Asimismo, desde las 04.30 hora local (08.30 GMT) estuvo esperando en la entrada del coliseo Roberto Clemente Eligio “El Pollo” Padilla, para darle el último adiós al intérprete de “Amada mía”, “El ratón” y “Anacaona”, quien falleciera el pasado jueves en un accidente automovilístico llegando a su residencia.
Padilla, oriundo del barrio Coco, de Salinas, al sur de la isla, contó a Efe que conoció a la familia de Feliciano en la calle 116 de la ciudad de Nueva York y que su música la conoció a través de sus padres.
“A Cheo lo vamos a recordar por su música, igual que Héctor Lavoe. Yo sé que Dios lo tiene en su santo cielo y debe estar formando un rumbón con los de la Fania”, relató Padilla, quien cargaba un cartel que leía “Cheo, Salinas dice presente”.
Otra seguidora de Feliciano que llegó al velatorio, que se extenderá a mañana en el mismo recinto, fue Maritza Callejas, quien fuera vecina cercana al fallecido artista boricua, de quien todavía se desconoce específicamente las causas del porqué estrelló su auto contra un poste de electricidad en la carretera 176 de Cupey.
La mujer recordó a Feliciano porque “cantaba con sentimiento, de corazón” al mencionar a “Amada mía” y “Juguete” como sus canciones favoritas del que fuera miembro del sexteto de Joe Cuba y de las Estrellas de la Fania.
Relató además que a Feliciano lo veía constantemente en un supermercado que se ubica cerca de sus residencias y que cada vez que se lo encontraba “saludaba, decía ‘familia’, que fuera el lema de él”.
Por su parte, la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín, dijo en declaraciones a Efe que con los boleros de Feliciano se enamoró, sufrió un desamor y se volvió a enamorar.
Fue en el coliseo Roberto Clemente donde Feliciano participó junto a las Estrellas de la Fania en el primer concierto que ofrecieron en la isla caribeña en 1973.
Feliciano murió el jueves a sus 78 años en un accidente con su automóvil, que conducía sin el cinturón de seguridad puesto.
Acababa de salir de un casino del turístico barrio de Condado y regresaba a su casa en la localidad de Cupey (a las afueras de San Juan) en un Jaguar que se estrelló con fuerza contra un poste de cemento, lo que causó su muerte en el acto.
Feliciano grabó más de una veintena de discos, entre los que se destacan “Cheo” -posiblemente el más emblemático de su carrera-, “Cheo Feliciano with a little help from my friend”, “Felicidades”, “Looking for love”, “The singer”, “Mi tierra y yo”, “Estampa”, “Cheo Feliciano y la Rondalla Venezolana” y “Cheo Feliciano en Cuba”.