Para ir estabilizando el problema económico nacional, se tiene que controlar la prima del dólar, establecer un programa de normalización energética, con una tárifa aceptable, llevar a cabo una política de pleno empleo, incentivar el área rural, y que haya un estricto control en los costos de producción de los alimentos, para que se vendan a precios equitativos.
No puede haber desarrollo donde hay una estampida de empresarios y comerciantes sin escrúpulos, que únicamente buscan aumentar los beneficios de sus inversiones, sin tomar en cuenta que se tienen que someterse a reglas claras.
El Banco Central tomó medidas y logró controlar la prima del dólar, pero no se puede descuidar en ningùn momento, debido a que la especulación de los casa-cambistas es permamente, en un descuido, la prima aumenta de nuevo.
No hay una línea de normalización del sistema energético, y es necesario. Los apagones causan ronchas entre la población, y el servicio cada día aumenta más en su valor. Los controles tienen que tomarlo el gobierno y las generadores y suplidoras.
Es difícil poder establecer una política de pleno empleo, sin participación del sector privado. Paulatinamente el gobierno se va quedando, como debe ser, como un fiscalizador, un normador, un ejecutor, de la política de creación de riquezas.
Es al sector privado que le toca hacer las inversiones y con ello favorecer mano de obra para todos los sectores. Es ese mismo segmento privado que debe dar los pasos, para lograr que en el campo los pequeños agricultores se puedan dedicar a la siembra, producción y distribución de productos.
En el papel suena bien, pero tradicionalmente hay escollos y murallas, que impiden un pleno desarrollo de la economía nacional
Aponte Viguera
El periodista Miguel Aponte Viguera es uno de los comunicadores dominicanos respetuoso de sus compañeros, luchador incansable por imponer su verdad, y, aunque no compartimos algunas de sus ideas y la forma de expresarlas, un luchador por un futuro mejor para todos los dominicanos.
Al periodista Aponte Viguera no se le puede llevar al paredón y matarlo en vida, sin darle la oportunidad de defenderse y ser escuchado. No se puede silenciar su voz y su pluma, por lo que sus familiares dicen es una calumnia.
Solidaridad con Aponte Viguera. Y que el Colegio Dominicano de Periodistas asuma su caso y lo saque en libertad.