Por JUAN TOMAS TAVERAS

Juan Tomas Taveras

EL AUTOR es mayor general retirado de la Policía

y periodista. Reside en Santo Domingo.

Durante mucho tiempo me ha llamado la atención el mensaje dejado por el poema “Ellos vinieron”, denominación más aceptada de las tantas variaciones de nombres conocidas, el cual quiero compartir con ustedes como preámbulo para entender su sabia moraleja: “Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista.

 

Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío. Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista. Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante. Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada”. Pastor luterano, Friedrich Gustav Emil Martin Niemöller, que erróneamente se le ha atribuido a Bertolt Brecht.

 

Dicho sermón escrito en la semana santa de 1946, que al repetirse en las predicas fue tomando forma de poema, el autor aprovecha para expresar su  arrepentimiento y cargo de conciencia como alguien que en una etapa de su vida defendió el nacionalismo nazi y luchó a favor de la tropas hitlerianas como comandante de navío.

 

En este caso, él calculó que el miedo a protestar y el silencio, significaron millones de víctimas que si hubiesen protestado unidos la mortalidad hubiese sido mucho menor. Debemos aclarar que él se opuso a Hitler y defendió el derecho de su iglesia por lo que estuvo en prisión durante muchos años, pero no se integró a las iglesias cristianas para luchar juntos en defensa de los judíos.

 

Al recordar este suceso de la historia quiero hacer mi propia moraleja aplicada a la sociedad dominicana y a la situación que hoy vivimos a causa del miedo, el silencio, la complicidad ciudadana y en especial la dejadez de los partidos políticos, los movimientos y personas de pensamientos críticos que no cumplen su doble rol de hacer oposición y de defender el pueblo; además, el individualismo y estar dispersos fortalecen el peledeísmo y socios, a quienes se le ha permitido que violenten todos nuestros derechos y se roben nuestro futuro.

 

Negociaron y se robaron nuestras empresas estatales y no hicimos nada. Pagamos las autoridades más caras sin resultado alguno, Nos han quitado la seguridad, la tranquilidad y la paz y no hemos hecho nada. Pagamos la energía más cara con escasas horas de servicios e igualmente la gasolina más cara subsidiada y de mala calidad, nadie ha hecho nada. Se están robando el oro y pagamos más de 700 mil millones de pesos o 15 mil millones de dólares al fisco, el cual dilapidan, malversan y no recibimos ningún servicio básico con calidad y nadie ha hecho nada. La justicia no funciona y reina la corrupción y la impunidad. Cada presidente ultraja la Constitución haciendo más débil la institucionalidad y no hacemos nada. Entre otros hechos.

Parecería ser que nos están robando hasta el sueño duartiano y trinitario y no haremos nada, por lo que casi seguro que nos quedaremos con muchas deudas y sin nada.

Al parecer, nuestro pueblo ha perdido la dignidad y el orgullo, pues permitimos que nos rijan los políticos y empresarios corruptos; estos determinan el desenvolvimiento político, económico y social del Estado dominicano. Es oportuno preguntarnos: ¿Qué hace indiferentes y temerosos a nuestros ciudadanos frente a los corruptos y su impunidad?

 

República Dominicana necesita un Juliana Assange y un Edward Snowden para desenmascarar todos los documentos oscuros y que demuestren los evidentes y megavoluninosos desfalcos del erario, así como de los recursos naturales, y destapar confrontaciones a los actores del sistema de justicia que están corrompidos y comprometidos con los sectores siniestros que controlan todos los poderes.

Hasta cuándo? Despertemos! Urge que el pueblo levante la antorcha de la liberación y exija cuentas a quienes han traicionado su confianza. Es mi más grande sueño inducir a otros a creer en si mismo para que nuestra sociedad despierte y todos unidos concluir el sueño trinitario y restaurador.

 

No esperemos que la clase media desaparezca en la pobreza ni que hayan más víctimas o que perdamos todo, aún estamos a tiempo para rescatar nuestra patria y proteger nuestras riquezas con soberanía absoluta.   Hasta cuándo? Despertemos!!!