El presidente de Estudios Técnicos, el economista José Joaquín Villamil, dijo hoy a Efe que es evidente que en el plazo de los próximos 4 años la economía de la isla en ningún caso evolucionará de forma positiva, por lo que, señaló, “el nuevo Gobierno lo va a tener muy complicado”.

Villamil detalló que el estudio “Puerto Rico 2016-2030”, preparado para el Departamento de Desarrollo Económico y Comercio (DDEC) de Puerto Rico, se realizó basado en análisis estadísticos y econométricos.

El economista aclaró que el estudio evalúa tres escenarios, con un primero optimista, otro bajo una perspectiva pesimista y un tercero denominado de base que se sitúa en una posición intermedia.

El estudio señala que si se toma como referencia este último, en el periodo 2016-2020 se registrará una contracción del Producto Nacional Bruto (PNB) de 1,8 % que dará paso a un muy leve crecimiento positivo de 1,1 % en el periodo 2021-2025, fase que el estudio define de “periodo de estabilización crítico”.

En el periodo 2026-2030 se espera, en este mismo escenario intermedio, un avance de 1,9 % en el PNB, que el estudio estima de “camino a la recuperación”.

Si se toma como referencia el escenario optimista, el crecimiento en el periodo 2026-2030 pudiera ser de 3,4 %.

El escenario negativo prevé datos mucho más desalentadores, ya que en el periodo 2016-2020 la contracción sería de 2,2 %, para el 2021-2025 una caída de 1,1 % y solo un exiguo crecimiento de 1 % a partir del 2026.

Villamil destacó que, en cualquier caso, a corto plazo la situación es preocupante y que habrá que esperar unos cuantos años para que se retome el crecimiento.

El economista subrayó que la caída del crecimiento lleva aparejada una pérdida de población y que si se toma como referencia el escenario intermedio los cálculos prevén que la población se reduzca de los cerca de 3,5 millones de personas que viven en la actualidad en la isla a 3,1 millones en el periodo 2026-2030.

Si se escoge el escenario pesimista, la población en el periodo 2026-2030 podría caer a los 2,9 millones de personas.

Villamil señaló que la difícil situación por la que atraviesa la isla responde a que “Puerto Rico perdió la capacidad de crear crecimiento económico”, un proceso de pérdida de pujanza que en realidad comenzó en los años setenta del pasado siglo.

El crecimiento de la economía y la pérdida de población no son los únicos problemas que encara Puerto Rico, ya que se debe sumar un desempleo que, en el escenario intermedio, se situará en 14,3 % para el periodo 2016-2020.

La participación laboral (población activa) seguirá siendo un problema, ya que en ese mismo escenario intermedio del estudio se sitúa en un exiguo 39,2 % en el periodo 2016-2020, una de las más bajas del mundo.

La grave situación de la economía y las finanzas públicas provocó que el nuevo gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, firmara seis órdenes ejecutivas el primer día de su mandato, el pasado lunes, con el objetivo de poner en marcha de forma inmediata medidas para la mejora de las finanzas públicas.

Rosselló tendrá que convivir durante su mandato con la Junta de Supervisión fiscal, una entidad que establece la Ley para la Supervisión, Administración y Estabilidad Económica de Puerto Rico, aprobada el pasado verano por el Congreso en Washington.

El nuevo jefe del Ejecutivo tiene que rendir cuentas de cada una de las decisiones de naturaleza económica que tome ante la Junta de Supervisión fiscal, con capacidad para vetar al Gobierno local. EFE