Después de dos meses de separación, Marjorie de Sousa y Julián Gil se encontraron de nuevo el martes ante un juez del tribunal de justicia de la Ciudad de México.

En una audiencia que duró aproximadamente 80 minutos, los actores intentaron limar asperezas sin resultado alguno. “No llegamos a ningún acuerdo”, dijo De Sousa a People en Español.

“Estoy confiada en lo que dije desde un principio, en que el juez determinará en tiempo y forma lo que sea mejor de acuerdo a las leyes y a las pruebas presentadas”.

Según el programa El gordo y la flaca (Univision), Gil se presentó para responder a la demanda interpuesta por la actriz en la que supuestamente pide un pensión mensual de $12,000 para la manutención del hijo de ambos, Matías Gregorio, además de un análisis psicológicos de su expareja, al que presuntamente acusa de actitudes violentas e ingerir sustancias ilegales.

“Ella alega unos sucesos de violencia, pero no alega a quién ni cómo, ni cuando fueron, son infundados”, dijo el actor de origen argentino, quien negó consumir drogas y a la saluda de la audiencia se comió muy tranquilo unas quesadillas en la calle y hasta se tomó fotos . “Me considero una persona muy pasiva, ella lo sabe, no soy violento y lo único que hice en el tiempo que estuve con ella fue darle amor a ella, al niño, a su mamá”.

Mientras Gil ha concedido entrevistas para hablar del pleito, De Sousa ha preferido hasta ahora guardar silencio. “Confío en Dios y en la justicia”, se limitó a decir a People en Español, sin dar más detalles.

Los actores dieron a conocer su separación el pasado abril y desde ese momento se desató una guerra entre ellos.

Se desconoce por el el momento si Gil vio a su hijo, algo que según De Sousa,nunca le ha negado