Por Marino Ramírez Grullón

MINISTERIO DE SALUDDentro de un mundo plagado de insalubridad y mal manejo de los recursos naturales la República Dominicana no escapa a esas deficiencias que en el área de la salud pública envuelve los pésimos servicios que hacen daño a casi todos.

Independientemente de la gran cantidad de millones de pesos que ser invierten para la recogida de basura, limpieza de filtrantes, mejorar la ambientación del entorno y los servicios médicos, todavía no hemos logrado como país superar situaciones que en el algún momento nos podrían traer una epidemia de grandes proporciones.

La venta de alimentos comestibles en los mercados públicos es uno de los principales peligros que nos entornan.

A eso agregamos la recogida de basura que por épocas produce decenas de virus y enfermedades temporales dañinas al desenvolvimiento humano.

Ciertamente nuestros ayuntamientos no han dado la talla en eso de recoger la basura, esto además de ser un negocio millonario, para proteger el medio ambiente no sirve para nada.

Enfermedades respiratorias, virus por mosquitos, medio ambiente inamistoso, malas redes cloacales y servicios médicos de paupérrima calidad en los hospitales públicos se vuelven enemigos de los dominicanos.

Solo hay que ver que cada día crecen los servicios de consultas médicas tanto públicas como privadas aunque los precios sean caros.

Los hospitales y clínicas no dan abasto cada día más y más personas enferman incrementando la tasa de mortalidad a niveles ocultables por parte de autoridades que no llevan estadísticas en un país desorganizado donde el valor humano cada día baja más.

Hay que destacar que se han hecho grandes inversiones en el sector público en el área de la salud pero para qué sirve si el medio ambiente es enemigo de los dominicanos y la salubridad no avanza.

Este gran negocio que ha resultado la seguridad social tampoco ha contribuido en beneficio de los usuarios, sino de los prestadores y manejadores económicos.

No hacemos nada con incrementar el presupuesto de la educación y otras áreas instrumentales sino no hay garantía de salud para los ciudadanos.

En esta nueva gestión que iniciará el Presidente Danilo Medina se debe pensar en la inversión planificada de la salud pública y obligar al sector privado a mejorar los servicios así como abaratarlos.

La seguridad social tiene que cambiar para que deje de engordar a los prestadores y darle más actitud humana a los servicios.

Dentro de pocos pasarán los escarceos electorales y la vida administrativa del país volverá a la normalidad por lo que los actores políticos a través de los instituciones en las que se desenvuelven deben arrancar a ofertar leyes y servicios en beneficio de todos los dominicanos que están agobiados por la mala salud pública de que son servidos.