Por Juan Tomás Taveras

EL AUTOR es mayor general retirado de

Policía y periodista.

 Juan Tomas Taveras

George Orwell dijo: “Periodismo es publicar lo que alguien no quiere que publiques. Todo lo demás son relaciones públicas”.

 

Los siniestros comunicadores que se prestan a la manipulación, la desinformación y el servilismo a favor de los grupos de poder, como prostitutos y sicarios por conveniencia, representan los perros que nos ladran a quienes aun dignificamos el periodismo ético y defendemos los mejores intereses de la patria.

 

A propósito dijo el Quijote: “Sancho, si los perros ladran es señal de que avanzamos”

 

Cuando somos críticos como periodistas, en sociedades atrasadas y ausentes de institucionalidad como la nuestra, nos vemos en la obligación de destacar o reconocer lo que debe ser rutinario u obligación de autoridades y gobiernos, por mandato de la ley, por esa razón, debo decir lo siguiente: Que independientemente de la decencia y la sencillez que ha mostrado nuestro Presidente Danilo Medina Sánchez; con su 90% de aprobación, la más alta de Latinoamérica y de cualquier otro asunto que se quiera destacar; es indiscutible y cada vez más evidente la incapacidad y falta de voluntad de nuestros gobernantes, en la historia nacional, para solucionar nuestros problemas sociales, los cuales empeoran cada vez más.

 

“Mientras el hacha va y viene” los problemas continúan agudizándose, nadie es responsable ni culpable o todo es culpa de los pasados gobiernos; y cuando les toca la silla presidencial, todos se justifican o se cubren con que heredaron las crisis que otros provocaron. Somos una falsa democracia, donde no hay autoridad y donde todo es posible sin consecuencias; sin garantía de derechos ni libertades; pues reina la impunidad con la indiferencia de la sociedad mayoritariamente, siendo serviles y esclavos voluntarios. Lamentablemente los poderes fácticos: medios de comunicación, sus comunicadores, empresarios, iglesias, intelectuales y otros se prestan para manipular la realidad evidente: “Todo va de mal a peor”.

 

Para ilustrarlos mejor le enumeramos algunos y muy sencillos ejemplos: En catorce años, (dos años de Danilo) que lleva el compromiso de los “Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM)” nuestras autoridades no han querido alcanzar ninguno, citamos, 1: Erradicar la pobreza extrema y el hambre, 2: Lograr la enseñanza primaria universal, 3: Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer, 4: Reducir la mortalidad infantil, 5: Mejorar la salud materna, 6: Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades, 7: Garantizar la Sostenibilidad del medio ambiente, 8: Fomentar una asociación mundial para el desarrollo.

 

A esto debemos sumarles, la ineficacia e irresponsabilidad de los funcionarios y autoridades de los diferentes poderes del Estado, que debemos destacar son las más cara del mundo, muchos de ellos superan en el salario de un mes el presupuestos de algunos hospitales. Para colmo tampoco han querido garantizar: educación de calidad, (Priorizando el gasto en varilla y cemento) justicia, seguridad, electricidad, agua potable, empleo, vivienda, transporte público, alimentos y productividad; oportunidades académicas y de desarrollar talentos.  Ni se visualiza la más mínima intención para aplicar la ley con principios éticos-morales; así como combatir la corrupción y la impunidad.

 

Lo más deprimente para un gobernante, es el papel de mendicación y sumisión que mostrara el Presidente Danilo ante el Secretario General de la ONU, el representante de la Comunidad Europea y el vicepresidente Norteamericano, en dichos encuentros se evidencia un presidente ausente de orgullo y patriotismo para representar a nuestra República Dominicana.

 

Y ni se diga de la débil política exterior frente Haití con su invasión pacífica que es la más permisiva del mundo y ante sus constantes hostigamientos internacionales a nuestra patria. Situación que no parece inmutar a nuestras autoridades simbólicas de nuestra cancillería.

 

Cabe hacer la siguiente reflexión, ¿para qué pagamos nuestros impuestos y la economía crece (5% anual durante cinco lustros), si no recibimos resultado alguno, no se devuelve en servicios de calidad; y cada vez, hay más pobres y menos ricos, son más ricos?

 

República Dominicana es el país más desigual de la región más desigual del mundo. Me encantaría ver un futuro promisorio, pero ocupando los últimos lugares en medrar para la calidad de vida y los primeros puestos en falta de institucionalidad, (…). Es poco esperanzador.

 

No creo en la ignorancia ni la incapacidad, solo hay diferencias de capacidades, diferencias de conocimientos, diferencias de talentos o habilidades, diferencias de actitudes y aptitudes, todo en la vida es cuestión de disposición y voluntad.

 

“Ningún pueblo ser libre merece. Si es esclavo, indolente y servil”. Despertemos; cohesionémonos en sinergia para un cambio radical y refundar la república. Reivindiquemos a Juan Pablo Duarte y Los Trinitarios; a Gregorio Luperón y Los Restauradores.