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SANTO DOMINGO, RD.-Los expresidentes de Guatemala y el PARLACEN, Álvaro Colom y Manolo Pichardo, manifestaron que la comunidad internacional parece haber abandonado a su suerte a la República de Haití y dejado a la República dominicana cargar con el peso de las consecuencias de la inestabilidad política, la crisis económica permanente y el drama humano que solo encuentra escape al otro lado de la frontera.

Colom, pidió a la comunidad internacional poner más atención al sufrimiento haitiano, más solidaridad de los pueblos hermanos y desprendimiento de las grandes potencias que tienen más capacidad que República Dominicana para ir en auxilio del país más pobre del continente, porque a su juicio, el país del Este de la isla, con sus propios problemas no resiste la carga de otro pueblo hermano pobre.

De su lado Pichardo dijo que “la única vía de escape que tiene el pueblo haitiano es República Dominicana, porque todas las puestas del mundo se les cierran y eso tiene un enorme impacto en la economía del país, pues la migración descontrolada golpea directamente en nuestro sistema de salud, de educación y contribuye con la precarización del empleo”

 

Al hablar en el marco de la conferencia “El PARLACEN, instrumento legislativo del proceso de integración centroamericana” celebrada en la Universidad del Caribe, Colom abogó porque el Parlamento Centroamericano tenga las facultades vinculantes que en materia de integración requiere esa entidad para que desde él se pueda acelerar el proceso de integración regional.

Dijo que la integración debe ir más allá de lo económico y lo político, que ésta debe ser también cultural, que debe encaminarse hacia la construcción de la Patria Grande.

De su lado Pichardo advirtió a los países que integran el SICA que de no avanzar en la integración se les haría difícil sobrevivir en un mundo de economías abiertas, que demanda agresividad comercial y alianzas estratégicas que vayan más allá de la facilitación de comercio que brindan los acuerdos comerciales, y pidió que se encaminen hacia la unión aduanera, el mercado común y la unión política que hará de la subregión una unidad geoeconómica de oportunidades para que la gente mejore sus condiciones de vida.

Llamó a los países a no temer por la cesión de soberanía porque en un proceso de integración comunitario, más que ceder soberanía ésta se comparte en beneficio de los pueblos de los países que se integran.