Por Ramón Mercedes
 
PIROPOS-NYNueva York.- Insultos, boches, amenaza con llamar a la policía, expresiones devueltas con más énfasis y escupitajo son algunas de las reacciones de mujeres (jóvenes y entradas en edad) en el vecindario de Washington Heights cuando algunos dominicanos se dirigen a ellas con “piropos distorsionados” en base al reciente estudio divulgado por la Universidad Estatal de Nueva York (Suny) afirmando que el sexo oral puede ser bueno para prevenir la aparición del temible cáncer de mama.
“Mira mami, yo puedo evitarte el cáncer de mama como ha dicho la universidad de Nueva York a cambio de….., son algunas de las expresiones que dirigen ciertos dominicanas a muchas mujeres en el sector del Alto Manhattan, habitado en un 90% por dominicanos.
Este reportero ha podido observar varios altercados de esa naturaleza, principalmente en la avenida Saint Nicholas de la referida zona y donde la mayoría de los hombres después del “piropo” soez (asqueroso, desvergonzado, sucio y mal hablado) y la mujer criolla lo encrespa sale “huyendo o caminando rápido del lugar”.
Juan Antonio Carrasco, testigo presencial de uno de estos incidentes, expresó “los piropos son costumbres que en la mayoría de países latinoamericanos se consideran parte de la idiosincrasia cultural, pero en este país es acoso callejero, por eso no le digo ninguno a ninguna mujer” subrayó.
Según señala el estudio de la universidad neoyorkina, el semen no solo contiene sustancias antidepresivas como la serótina, la tirotropina y la melatonina, sino también otras sustancias que pueden ser buenas para el cuerpo humano y los especialistas explican que las proteínas y enzimas que contiene el semen pueden ser realmente beneficiosas para prevenir el cáncer de mama, uno de los tipos de cánceres que afecta a más mujeres en el mundo.
Para llegar a estas conclusiones, los científicos analizaron a cientos de mujeres y sus conductas sexuales por varios años, descubriendo así que esta práctica no solo resultaba positiva para el vínculo de pareja, sino también para la salud.
El periódico en español editado en esta Metrópoli “El Diario” reportó en octubre de 2013 que “Los piropos pueden llevarte a la cárcel”.
El rotativo recoge un sin número de casos relacionados con los “piropos”, entre ellos el de un portavoz del departamento policial de Nueva York, indicando que no existen estadísticas de las denuncias por acoso callejero, en cuya clasificación se incluyen piropos, miradas lascivas, silbidos o gestos y que para estos casos sólo se puede multar a un ofensor si un uniformado ha presenciado el hecho, y es considerado como una ofensa menor.
Asimismo el de la dominicana, residente en El Bronx, Clara Becerra de 32 años, que diariamente recibe decenas de “adiós mamita, “tu si ta’ buenas”, entre lo menos groseros y tiene que escucharlo por obligación, describiendo su situación como incómoda, porque vengo de un país (RD)  donde el piropo es algo cotidiano”, admitió, sin embargo, aclaró que al llegar a esta urbe hace 6 años, “se fue dando cuenta que es algo molesto, uno no quiere que nadie le diga nada” y no acude a la Policía hacer una denuncia porque siempre piensa en que las cosas se pueden poner peor”.
El concepto de piropear o halagar a una mujer se ha tergiversado con el tiempo, en opinión de Ramón Hurtado, de 66 años y residente en El Bronx, “uno como hombre lo único que trataba era de admirar la belleza femenina y eso ha sido reemplazado por palabras groseras”, sentenció.
Carmen Salavarrieta, directora de la organización Ángeles en Acción de Plainfield, Nueva Jersey, indicó que son varios los casos en que hombres han sido multados por decir piropos, por lo que regularmente dicta charlas al respecto, haciendo énfasis en que no deben decirle nada a los transeúntes, por muy buena intención y respeto con que lo hagan ni tampoco deben mirar de forma lasciva, porque esto podría acarrearles consecuencias con la policía”, precisó.

Para el sociólogo Mauricio Cuervo Bautista, el concepto de los piropos ha cambiado, “antes se usaban como un acto de galantería masculina hacia las mujeres”, hoy en día, no son una forma de coquetear sino una forma de acosar”.