AilaSANTO DOMINGO, RD.- El Departamento Nacional de Investigaciones (DNI) informó el apresamiento y sometimiento a la justicia de un dominicano al que acusa de haber dado una falsa alarma de bomba en el vuelo DL 514 de la Aerolínea Delta, que pretendía despegar del Aeropuerto Internacional de las Américas (AILA) con destino a la ciudad de Nueva York, el domingo.

La detención de Rubén Manuel Ciprián Toribio se produjo durante un operativo efectuado en el hotel Barceló Punta Cana, por miembros de la Unidad de Antiterrorismo del Directorio de Contrainteligencia del DNI, quienes llevaron a cabo la investigación tras recibir la información del Cuerpo Especializado en Seguridad Aeroportuaria y de la Aviación Civil (CESAC).

El DNI dice que este caso se pudo mantener herméticamente cerrado para no llevar preocupación y pánico a los pasajeros y turistas que cada día ingresan y salen de territorio dominicano.

Según una comunicación de prensa del organismo, las investigaciones determinaron que a las 03:08 horas del 30 de junio 2014, “Rubén Ciprián se comunicó con una amiga identificada como Miguelina Arias, quien le gestionó mediante conferencia el contacto con el aeropuerto, produciéndose la alerta “Anar Eric Adler, Delta 514, eso es una bomba, refiriéndose al ciudadano americano quien es su pareja sentimental y con quien compartía habitación en el referido hotel, donde sostuvieron un enfrentamiento, lo que produjo que Anar Eric Adler se marchara del complejo y Ruben Ciprian en represalia decidiera ponerse en contacto con las autoridades del AILA , con el interés de que se detuviera al acusado de querer detonar una bomba en dicha terminal aérea produciéndose la falsa alarma, que activó inmediatamente los organismo de seguridad del estado”.

El DNI agrega que se determinó que dicha llamada se originó desde el número de teléfono fijo (809)-568-6088, ubicado en Villa Mella, Sto. Dgo. Norte, por lo que se procedió a enviar un equipo de ubicación y reconocimiento a dicha dirección. Por el caso, a Ruben Ciprián se le dictó tres meses de coerción, afirma en la comunicación de prensa.

Recordó que las llamadas molestosas y que ponen en riego las operaciones de las terminales aéreas son castigadas por el Código Procesal Penal.

El pasado mes otra falsa alarma obligó a suspender las operaciones en el AILA durante toda una noche. En este caso se acusó a un niño de diez años de haber dado la falsa alarma