Por JUAN TOMAS TAVERAS

Juan Tomas Taveras

 

EL AUTOR es mayor general retirado de Policía y periodista. Reside en Santo Domingo

 

Cambiemos la forma en que opera la política. Trabajemos para cohesionarnos en el cambio en que creemos y queremos. Formemos un ejército de voluntarios de efectos multiplicadores para conquistar a nuevos trinitarios, nuevos restauradores, nuevos 1J4, nuevos constitucionalistas. Nuevos indignados para reivindicar a nuestros héroes y rescatar la nación. Sí, estamos preparados; no sigamos siendo débiles e incapaces para lograr los cambios y demandas requeridos.

 

Estamos jartos de demagogias y mentiras. Los políticos tradicionales han relajado la convergencia, la alternativa, el cambio, la revolución, las ideas de izquierda, de derecha, de centro de un lado o de otro; han burlado las promesas: gobierno para los pobres, gobierno para el desarrollo y el progreso o la modernidad. Todos nos han traicionados por participación, asociación u omisión.

 

Somos el único país en el mundo que los funcionarios se designan o eligen sin cumplir requisito o mérito alguno; solo se toma en cuenta el amiguismo, el partidismo o la corrupción, con el notable propósito de que se la busquen y saquen beneficios a costo de lo que sea para enriquecerse y “moché moché” o compartir beneficios con el padrino o testaferro. Lo que se evidencia claramente en su crecimiento de lucro personal (un rastro o cola de bienes mal habido que es imposible ocultarse) y en el resultado de desfalco o déficit dejado en cada puesto o función pública desempeñada.

 

República Dominicana urge de líderes como Pepe Mujica quien ha demostrado que cuando se es presidente o funcionario debemos seguir siendo personas normales y que la política es para servir y no para el lucro; como Ángela Merkel, Canciller de Alemania quien a pesar de la crisis europea mantiene en crecimiento y saneada la economía de su país; como Evo Morales que en contra corriente y encontrando una país en banca rota lo esta llevando flote y resolviendo los problemas históricos de Bolivia; como Rafael Correa quien luego de varias décadas de crisis de gobernabilidad ha estabilizado y mejorado significativamente la economía ecuatoriana.

 

Pero, lo que necesitamos realmente es una sociedad consciente y unida para que trabajemos juntos en la construcción de un país mejor, no importando quién esté dirigiendo el Estado o gobierne y que color de partido  representa, la sociedad es la que tiene que estar preparada para demandar y exigir las cosas que deben venir del Estado, exigir que la Administración Pública sea saneada, transparente y responsable. Con un sistema democrático donde realmente se respete la soberanía del pueblo. “Un Estado Social y Democrático de Derecho”.